Es la misma estrategia que se usa cuando se trata la enfermedad cardíaca antes de que ocurra un ataque. Mediante pruebas y estudios médicos, es posible anticipar la aparición de Alzheimer y retardar su desarrollo antes de presentar síntomas evidentes
Es complicado diagnosticar el deterioro cognitivo leve debido a variaciones en la memoria entre individuos
*Este contenido fue producido por expertos de Mayo Clinic y reproducido en la revista “Understanding Alzheimer’s - Your Guide to Brain Health”, publicada en Estados Unidos
El deterioro cognitivo leve es la etapa entre el declive cognitivo que se puede esperar del envejecimiento normal y el declive más serio de la demencia. Las personas que sufren este trastorno suelen padecer problemas con sus habilidades cognitivas, como son pensar, leer, aprender, recordar, razonar y prestar atención, pero sus síntomas no son lo suficientemente graves como para afectar la vida cotidiana.
Con frecuencia, los individuos con deterioro cognitivo leve todavía pueden vivir de manera independiente, manejar sus finanzas, realizar tareas del hogar y conducir su auto como lo hacían antes de que comenzaran estos cambios.
Sin embargo, suele ser difícil el diagnóstico del deterioro cognitivo leve. Esto se debe a que los problemas de memoria varían de persona a persona y quienes los sufren a menudo no se dan cuenta de que tienen dificultades.
A menudo, el olvido se convierte en una preocupación cuando surge un nuevo patrón, como hacer la misma pregunta una y otra vez o tener problemas con fechas y nombres que antes eran fáciles de recordar. Olvidar una cita ocasional es bastante normal, pero no recordar regularmente eventos específicos puede ser un signo de una afección subyacente grave.
No hay una prueba específica para confirmar un diagnóstico de deterioro cognitivo leve. Su médico decidirá si este es la causa más probable de sus síntomas basándose en la información que usted proporcione y los resultados de varias pruebas para confirmar el diagnóstico.
Durante un examen, es probable que se le hagan varias preguntas y se le pida que realice algunas tareas específicas, como seguir una lista de instrucciones básicas. Ciertas pruebas pueden ayudar a mostrar si la memoria y otras funciones cognitivas de una persona están deterioradas. Los resultados de estas se comparan con los de otras personas del mismo grupo de edad. Realizar la misma serie de pruebas con el tiempo suele ser lo mejor, ya que capturan los signos de deterioro.
Los criterios que los médicos usan para diagnosticar el deterioro cognitivo leve incluyen lo siguiente:
Evidencia de un deterioro cognitivo en comparación con pruebas y exámenes anteriores. Esto a menudo involucra pérdida de memoria, pero también puede incluir problemas con el enfoque, la toma de decisiones, el lenguaje y las habilidades visoespaciales, motoras o sociales. Es mejor que estas dificultades sean confirmadas por familiares o amigos o mediante pruebas exhaustivas.
Ser capaz de completar las actividades de la vida diaria. Estas incluyen tareas domésticas, tomar medicamentos, responsabilidades laborales y funciones sociales.
La presencia de síntomas que no sean el resultado de un delirio u otro trastorno de salud mental grave, como la depresión.
Los síntomas no son lo suficientemente graves como para cumplir con los criterios de demencia.
Incluso con estos criterios, un diagnóstico de deterioro cognitivo leve depende en parte del juicio del médico en el contexto del caso de cada persona. En general, un especialista experimentado combinará información obtenida de entrevistas con un historial médico personal y resultados de pruebas para identificar y medir el deterioro cognitivo al hacer un diagnóstico.
La detección temprana de cambios cerebrales mediante biomarcadores es clave para anticipar la aparición de la enfermedad de Alzheimer, buscando prevenir su desarrollo antes de presentar síntomas evidentes (Imagen Ilustrativa Infobae)
Otras pruebas de diagnóstico
Las pruebas adicionales de diagnóstico bajo estudio en la identificación del deterioro cognitivo leve incluyen procedimientos de punción lumbar y pruebas de imágenes moleculares, como la tomografía por emisión de positrones (PET).
Los estudios sugieren que una punción lumbar para medir los niveles de formas específicas de beta-amiloide y tau en el líquido alrededor del cerebro y la médula espinal puede ser útil para hacer un diagnóstico. Estas proteínas ayudan a determinar si alguien con deterioro cognitivo leve está experimentando cambios en el cerebro que podrían conducir a demencia, incluida la enfermedad de Alzheimer.
Las PET usan trazadores especiales que se adhieren a grandes depósitos de proteínas (placas de beta-amiloide) en el cerebro. La beta-amiloide es una proteína que se agrupa y endurece en placas que hacen que las células nerviosas en el cerebro mueran. Estas placas están asociadas con el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. Una PET puede ayudar a un médico a identificar si alguien tiene placas amiloides en el cerebro.
El compuesto Pittsburgh B (PIB) se utiliza en exploraciones PET para indicar una acumulación de beta-amiloide.
En busca de una causa
Una vez que se ha realizado un diagnóstico de deterioro cognitivo leve, el siguiente paso es averiguar qué lo está causando. Esto a menudo implica el uso de pruebas de imagen.
La resonancia magnética (MRI en inglés) puede mostrar si un tumor o los efectos de una lesión en la cabeza pueden estar produciendo síntomas. Una MRI también puede utilizarse para buscar daño en los vasos sanguíneos en el cerebro, como el resultado de un accidente cerebrovascular.
Las pruebas de imagen también pueden identificar la disminución (atrofia) en el cerebro, señalando que el deterioro cognitivo leve puede deberse a neuronas cerebrales dañadas (enfermedad neurodegenerativa). Las pruebas de imagen también pueden resaltar el hipocampo, la parte del cerebro importante para la memoria. Los estudios sugieren que las personas con deterioro cognitivo leve que progresan a demencia a menudo tienen un hipocampo más pequeño.
Los investigadores están estudiando otros tipos de imágenes para ayudar a evaluar el deterioro cognitivo leve y predecir si es probable que progrese a demencia.
Por ejemplo, los estudios de imagen funcional que analizan la actividad cerebral en lugar de la estructura física del órgano sugieren que ciertos cambios pueden servir como marcadores para identificar si alguien tiene un mayor riesgo de deterioro cognitivo leve o enfermedad de Alzheimer. Las pruebas de imagen molecular pueden ser otra área de estudio continuo.
Actualmente, las pruebas de imagen molecular se utilizan principalmente para la investigación y no son una rutina en el tratamiento. Por ejemplo, la tomografía por emisión de positrones es otra área de estudio.
Detectar el Alzheimer más temprano
La investigación sugiere que para cuando una persona es diagnosticada con la enfermedad de Alzheimer, ya es demasiado tarde para detener el trastorno o revertir el daño que ha causado. Es por eso que la investigación sobre el deterioro cognitivo leve es tan importante.
La idea es poder detectar los primeros cambios cerebrales asociados con la enfermedad de Alzheimer y otras demencias antes de que se afirmen, similar a la estrategia de tratar la enfermedad cardíaca antes de que ocurra un ataque cardíaco. Usar signos medibles (biomarcadores) del cerebro para ayudar a predecir si la demencia puede estar en el futuro de alguien, en lugar de esperar hasta que aparezcan los síntomas. La esperanza es que estos marcadores puedan utilizarse como parte de futuras estrategias preventivas.