Un estudio revela que el 75% de los argentinos tiene una imagen negativa de la enfermería y desconoce sus funciones profesionales clave.

Un estudio publicado en el International Nursing Review reveló un dato que alarmó al sistema de salud argentino: el 75,5% de la población tiene una percepción negativa de la enfermería. La investigación, realizada por docentes de la Universidad Austral en conjunto con instituciones de España, encuestó a 959 personas mayores de 18 años en distintas regiones del país.
A su vez, el informe se centró en analizar cuánto conoce realmente la sociedad sobre el trabajo de los enfermeros.
Desinformación y estereotipos que persisten sobre la enfermería
Los resultados muestran una brecha profunda entre el rol real de la enfermería y la imagen social que circula. Una porción significativa de los encuestados cree que la profesión se limita a tareas simples o subordinadas, es decir que casi la mitad considera que los enfermeros realizan tareas básicas, mientras que un tercio afirma que siguen indicaciones médicas sin cuestionarlas.
Además, el estudio evidencia un desconocimiento sobre su formación: uno de cada seis argentinos no identifica a la enfermería como carrera universitaria y un número similar duda de que puedan realizar posgrados o doctorados. Asimismo, más del 30% no reconoce su participación en investigación o en la gestión hospitalaria, dos funciones clave en la enfermería moderna.
Conocer a un enfermero no cambia la percepción
Uno de los hallazgos más llamativos es que tener un familiar o amigo enfermero no mejora la imagen pública de la profesión. Aunque el 68,8% de los encuestados conoce a alguien que trabaja en enfermería, sus percepciones no difieren significativamente de quienes no tienen ningún tipo de vínculo.
Para los investigadores, esto refleja que el problema no está en el contacto personal, sino en la ausencia de una comunicación clara y efectiva sobre la identidad profesional del enfermero dentro de la sociedad argentina.
Quiénes valoran mejor la profesión
La percepción mejora en ciertos grupos: las mujeres, las personas mayores y quienes alguna vez fueron aconsejados para estudiar enfermería muestran opiniones más favorables. Sin embargo, incluso dentro de estos segmentos, la imagen general continúa siendo predominantemente negativa.
La coautora del estudio, la Dra. Hildegart González Luis, resumió el escenario con contundencia: “La pandemia visibilizó el rol esencial de los enfermeros, pero los estereotipos y la desinformación siguen afectando su imagen profesional”.
Un desafío que impacta en el sistema de salud
La investigación alerta que estas percepciones no son inocuas: pueden desalentar la elección de la carrera entre los jóvenes, dificultar la retención de profesionales y reforzar la idea de que la enfermería es un trabajo sacrificado, rutinario y con poca autonomía. En un país que enfrenta una escasez crítica de personal, el problema de imagen se convierte también en un problema estructural.
Llamado a una acción urgente
El informe concluye con un pedido claro: es necesario que universidades, autoridades sanitarias, organizaciones profesionales y medios de comunicación impulsen una estrategia para reconstruir la narrativa pública sobre la enfermería.
Para los autores, reposicionar la profesión implica no solo reconocer su formación académica y sus roles de liderazgo, sino también visibilizar su aporte diario a la sostenibilidad del sistema de salud argentino.
