Tras la cumbre en Casa Rosada, el Ministerio de Seguridad empieza a desplegar el dispositivo para garantizar "una marcha pacífica" frente al Congreso.

"Ni un paso atrás". En el Gobierno ratifican que “prevalecerá el orden” mañana frente al Congreso y comenzaron a desplegar el operativo de seguridad especial para garantizar que sea “una marcha pacífica”.

Desde el círculo íntimo del presidente Javier Milei enfatizan que “será una manifestación que volverá a buscar desestabilizar al Gobierno”, aunque descreen que asistan barras. “No habrá contemplación ni tolerancia si irrumpen el orden”, sentenció una alta fuente oficial, ante un eventual escenario de marchas que corten el tránsito e intenten avanzar ante la presencia de las fuerzas federales que custodiarán la zona, mediante dos anillos con efectivos y un vallado metálico.

A diferencia del miércoles pasado, el Ejecutivo reajustó “detalles operativos” y busca que sea un dispositivo “sin errores”. Desde esta noche se inician los controles en los accesos a la Ciudad de Buenos Aires. En primer turno, la Secretaría de Transporte está montando una serie de postas para inspeccionar micros que podrían transportar con antelación manifestantes y elementos que podrían utilizar las organizaciones sociales y gremios que convocaron para esta protesta.

“Los agentes de fiscalización de CNRT controlarán toda la documentación”, indicó a MDZ un funcionario que está detrás del seguimiento de las medidas preventivas.

A su vez, durante la madrugada ya comenzarán los controles en los principales centros de trasbordo del transporte público, como es el caso de las cabeceras del ferrocarril. Un ejemplo es la estación Constitución, donde hay un centro de monitoreo. Los responsables de seguridad revisarán la llegada de los pasajeros, haciendo principal hincapié en supuestos grupos identificados con las agrupaciones sociales que asistirán. Se priorizará detectar “movimientos sospechosos” y elementos que podrían ser utilizados para atacar el Congreso.

En Casa Rosada aseguran que una de las falencias del miércoles pasado fue no haber “atajado” a los violentos que “trajeron palos y otros elementos contundentes en el tren”. Esta operatoria ameritó que esta mañana asista el secretario de Transporte, Franco Mogetta, a la Casa de Gobierno, donde se hizo una cumbre clave para organizar la logística de seguridad.

Al término de ese cónclave, ninguno de los funcionarios presentes habló con los periodistas acreditados y toda la comunicación se centralizó en la figura de Patricia Bullrich, quien ordenó “secreto de sumario” y no divulgar ningún detalle.

En el marco del proyecto antibarras presentado este lunes, la ministra anticipó: “No vamos a hablar del operativo porque es un tema que tiene que tener rigurosidad y no vamos a contar qué vamos a hacer, así no le decimos a los violentos cuáles van a ser las estrategias que el Estado nacional va a tener, lo que sí vamos a hacer es defender a la sociedad”. “Esperemos que el miércoles sea una marcha pacífica. Vamos a hacer todo para que los violentos no lleguen”, adelantó.