La popular fábrica de ollas Essen anunció despidos en la planta de Venado Tuerto a raíz de la sustitución de producción nacional por importaciones.

La empresa argentina Essen despidió a 30 trabajadores de su planta de Venado Tuerto, provincia de Santa Fe, lo que equivale a una reducción del 10 por ciento de la dotación productiva.
La medida se enmarca en un cambio en la estructura productiva de la compañía a raíz de la crisis de la industria en la Argentina, con subas de costos locales y la avalancha de importaciones, por lo que comenzaron a realizar importaciones de insumos y productos terminados procedentes de proveedores asiáticos, en particular de China.
Este reemplazo alcanzaría a cerca del 45e por ciento d la producción que hasta entonces se realizaba en la planta de Venado Tuerto. Según distintas fuentes, la sustitución de piezas y artículos por bienes importados fue el argumento empresarial para la reducción de personal.
El secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Venado Tuerto, Óscar Infante, dijo al respecto que “ha bajado la producción y los trabajadores lo ven día a día en sus puestos de trabajo”, y denunció que la empresa estaría utilizando el contexto económico para avanzar en una reestructuración interna que afecta directamente a una de las firmas históricas del sector metalúrgico nacional.
De todas formas, tras reuniones con el sindicato, la empresa se habría comprometido a no realizar nuevas desvinculaciones durante el resto del año.
Desde el gremio llamaron la atención sobre la crisis que se puede producir en la localidad de Venado Tuerto, donde en los últimos meses hubo también despidos en la fábrica de motos Corven.
Una fábrica histórica
Essen nació en 1954, de la mano del matrimonio conformado por Armando Yasci y Teresa Bompessi, en la ciudad de Venado Tuerto. Al comienzo era una pequeña empresa de fundición de aluminio para la fabricación de mecheros de cocina, pero bajo el liderazgo de su hijo Wilder, el negocio se amplió hasta cubrir la demanda de todas las cocinas a gas de la Argentina.
A fines de la década del setenta comenzaron a producir las primeras cacerolas a las que denominaron “Essen”, que significa “comer” o “comida” en alemán, idioma vinculado a las raíces de Mirta, la esposa de Wilder.
