Su desmantelamiento fue anunciado en marzo y aún no tiene reemplazo. Por qué el Ejército sostiene que es necesario modernizar la flota nacional.

El lunes 29 de abril, MDZ informaba que una de las principales preocupaciones de las fuerzas armadas nacionales está en el Atlántico sur. Por ese motivo, el jefe del Estado Mayor General de la Armada, Carlos María Allievi, afirmó que la intención del ejército es sumar, como mínimo, dos fragatas polivalentes y un submarino. La idea de modernizar la capacidad militar del país no es nueva, sobre todo por la longevidad que mantiene gran parte del armamento militar que tiene el país. Un ejemplo de ello es el buque multipropósito ARA Hércules (B-52), nave que fue retirada el jueves 19  tras 48 años de servicio.

El desmantelamiento del navío había sido anunciado en marzo y finalmente se concretó. Vale destacar que su baja se produjo sin un reemplazo que mantenga características similares. El acto contó con una importante presencia militar, incluyendo la del comandante de la Flota de Mar, contraalmirante Gustavo Fabián Lioi Pombo, tuvo lugar en la Base Naval Puerto Belgrano y fue el escenario de una serie de discursos sobre la historia y el valor del ARA Hércules.

El buque entró en servicio el 19 de septiembre de 1977 para operar como defensa antiaérea del portaaviones ARA “25 de mayo” y, junto a su gemelo el ARA Santísima Trinidad (D-2), cumplió un rol determinante en la Operación Rosario, a partir de la cual el Ejército argentino recuperó las Islas Malvinas en 1982. 

Lo cierto es que, en los últimos años, el ARA Hércules dejó de navegar. La causa principal de su baja operatividad estuvo basada en el embargo que actualmente mantiene el Reino Unido para la adquisición de material y componentes de origen británico sobre la Argentina. En este sentido, es importante recordar que el buque es de diseño y fabricación inglesa.

Dos fragatas y un submarino

Según la mirada militar argentina, quizás la preocupación más importante para las fuerzas armadas hoy esté en el área marítima del Atlántico Sur. Es que, los conflictos actuales en medio oriente y otras latitudes del Planeta Tierra, potencian la importancia mundial de hallar alternativas marítimas al Canal Panamá y el canal de Suez, por citar solo dos ejemplos.

Por ese motivo, las fuerzas armadas vienen esgrimiendo que es necesario modernizar la capacidad militar argentina, ya que la edad promedio del armamento nacional supera los 40 años. No es una idea exclusiva de ésta administración, es cierto.

El 8 de noviembre de 2023, se cumplieron 6 años de la última vez que el submarino ARA San Juan partió desde suelo nacional. La trágica historia, que terminó con la vida de 44 tripulantes, es mundialmente conocida. Ese hecho desencadenó la decisión de retirar otra nave, el ARA Santa Cruz. De aquí surge el pedido que las autoridades militares nacionales le vienen haciendo al ministro de Defensa, Luis Petri: recuperar la capacidad submarina. También figura en el radar la adquisición de dos fragatas multipropósito.