Cotillones y demás comercios del microcentro catamarqueño se vistieron de la tradicional celebración de Halloween. –eldiariodecatamarca.com

Catamarca vivió este 31 de octubre una tarde diferente. Las calles del microcentro se llenaron de color, risas y pequeñas criaturas disfrazadas de brujas, vampiros, zombis y superhéroes que salieron con sus calabazas en mano repitiendo la clásica frase “dulce o truco”.

Aunque Halloween es una tradición ajena a nuestras costumbres, en los últimos años se ha vuelto cada vez más visible en Argentina, y Catamarca no fue la excepción.

Durante toda la jornada de este viernes, el movimiento en los comercios especialmente en los cotillones fue intenso. Los locales se vistieron de telarañas, luces tenebrosas y calabazas talladas, mientras las familias recorrían el centro para sumarse a la celebración.

“Antes esto no se festejaba acá en Catamarca, pero en los últimos tres años comenzó a hacerse más común. Incluso las ventas son diferentes; en un momento donde las cosas están difíciles, por lo menos este año se disparó”, contó a Multimedios La Isla una comerciante de un cotillón céntrico.

Otra vendedora relató que la preparación empezó con anticipación, “Nosotros comenzamos a adornar el local desde el 1 de octubre y enseguida se empezó a mover. Mucho más que en otras fiestas que son más tradicionales nuestras. Pasa que esto tiene algo más comercial, sobre todo para el disfrute de los chicos”.

La noche de brujas, que nació en Estados Unidos, fue adoptada por muchos países del mundo y, poco a poco, también se instaló en Argentina. Cada 31 de octubre, los más pequeños recorren los barrios buscando golosinas, mientras los mayores se suman a fiestas temáticas o decoran sus hogares con motivos terroríficos.

“Para los más grandes es raro, porque este tipo de fiestas no se festejaban; lo veíamos por la tele en otros lados. Pero ahora es diferente: se ven muchos chicos interesados, locales que adornan e incluso barrios enteros que se preparan para festejarlo”, agregó otra comerciante, destacando que este tipo de celebraciones son bienvenidas en un contexto económico complejo “Nos permite aumentar las ventas, porque después vuelve a caer. Son ocasiones que aprovechamos”.

Así, entre risas, disfraces y calabazas, las calles de la capital de Catamarca se colmaron de niños y grandes que disfrutan y aprovechan la ocasión para festejar la tradicional Noche de Brujas.