Sube la tensión en la península de Corea y el Gobierno de Seúl declaró la ley marcial en todo el país para evitar que crezcan "fuerzas comunistas".

El Gobierno de Yoon Suk Yeol, en medio de una fuerte caída de la popularidad, declaró la ley marcial en Corea del Sur tras acusar a sus rivales políticos de simpatizar con el régimen de Corea del Norte. El Partido Democrático, de centroizquierda, convocó una reunión de urgencia con sus legisladores, a meses de ganar las elecciones legislativas.

“Para salvaguardar una Corea del Sur liberal de las amenazas de las fuerzas comunistas de Corea del Norte y eliminar los elementos antiestatales. Por la presente declaro la ley marcial de emergencia”, aseguró Yoon Suk Yeol en un discurso dirigido a todo el país, acusando a la oposición de paralizar al Gobierno con acciones contra el Estado.

Aunque no quedó claro inmediatamente cuales serían la políticas a raíz de este anuncio, la oposición convocó inmediatamente a una reunión de emergencia a sus legisladores. Cabe señalar que, el Partido del Poder Popular y el Partido Democrático se encuentran trenzados en la disputa por la sanción del presupuesto 2025.

Al mismo tiempo se destaca que la administración de Yoon impidió que se realice una investigación independiente sobre su esposa y altos funcionarios del Gobierno por un escándalo de corrupción en el que son los principales apuntados. "Sin tener en cuenta los medios de subsistencia del pueblo, el partido de la oposición ha paralizado la gobernanza únicamente en aras de la destitución, las investigaciones especiales y la protección de su líder frente a la justicia", indicó el presidente surcoreana.

Además, denunció: "Nuestra Asamblea Nacional se ha convertido en un refugio para delincuentes, una guarida de la dictadura legislativa que pretende paralizar los sistemas judicial y administrativo y anular nuestro orden democrático liberal". Corea del Sur, a lo largo de su historia, es un país al que le ha costado décadas constituir una democracia real, principalmente con la excusa de evitar la influencia del Gobierno de Pionyang en la población surcoreana.