Después de más de dos años, el G20 logró una declaración por consenso sobre la cooperación para la tributación internacional de las grandes fortunas.
Los ministros de finanzas del Grupo de los Veinte (G20) aprobaron en Río de Janeiro una declaración por consenso sobre la necesidad del cobro global de impuestos a los superricos del planeta, con el objetivo de reducir las desigualdades y financiar la lucha contra el hambre y la pobreza.
"Es importante que todos los contribuyentes, incluidas las personas con grandes patrimonios, contribuyan a los impuestos que les corresponden. La evasión fiscal agresiva por parte de las personas con patrimonios muy elevados puede socavar la equidad de los sistemas fiscales, lo que conlleva una menor eficacia de la fiscalidad progresiva", señala el texto difundido hoy viernes.
El documento fue aprobado por consenso luego de dos días de reuniones en Río de Janeiro, de cara a la cumbre de noviembre de los jefes de Estado y de Gobierno del G20.
El coordinador de la reunión, el ministro brasileño de Hacienda, Fernando Haddad, destacó que después de más de dos años, el G20 logró una declaración por consenso sobre la cooperación para la tributación internacional de las grandes fortunas.
Los documentos fueron firmados por ministros de finanzas y presidentes de bancos centrales del foro que reúne a las 20 mayores economías del mundo.
El documento también expresó intenciones para la ampliación de la financiación de los organismos multilaterales a la transición ecológica de las fuerzas productivas, el fortalecimiento de bancos de desarrollo multilaterales, el apoyo a los países endeudados y promoción de reformas en la gobernanza global.
Según la organización del G20, no se conseguía un comunicado conjunto o un documento de consenso desde inicios de 2022, con el comienzo del conflicto en Ucrania.
En la declaración sobre asuntos impositivos, los ministros destacaron que "las desigualdades de riqueza e ingresos están socavando el crecimiento económico y la cohesión social y agravan las vulnerabilidades sociales".
"Varios países luchan por aplicar políticas fiscales progresivas eficaces para abordar estos problemas. Además, la movilidad internacional de las personas con patrimonios muy
elevados dificulta niveles adecuados de gravamen para este grupo específico, lo que afecta a la progresividad fiscal", señala el documento.
El Gobierno de Brasil ha colocado el cobro de impuestos globales a los superricos como una de sus prioridades de la agenda internacional.