El proyecto fue presentado por un legislador neoyorquino demócrata y plantea que es un método más ético y humano.
Nueva York es conocida como "la ciudad que nunca duerme" y, también, juega el rol de ser una especie de capital del mundo occidental y capitalista. A pesar de ello y el lujo que la engalana por su importancia, la suciedad, la basura y las ratas son un dolor de cabeza, por lo que la legislatura estatal busca distintas vías para reducir la población de roedores.
La política local busca desde hace tiempo encontrar un método que ayude a terminar con las ratas en la ciudad de Nueva York, donde son casi dueñas de la noche, el subterráneo y otros espacios públicos. Aunque la solución lógica parecería ser el veneno, la muerte de un búho que escapó del zoológico empujó a pensar otra estrategia.
Así fue como nació la idea de aplicar anticonceptivos para ratas y evitar así que la población siga creciendo. Vale tener en cuenta que este animal tarda menos de un mes en gestarse en una rata preñada y puede dar entre cinco y quince crías en una misma lechigada.
Shaun Abreu, demócrata que forma parte del Consejo Municipal de Nueva York, propuso una ordenanza municipal por la que se podría establecer un programa piloto en la búsqueda de controlar los millones de ratas que hay en la ciudad. Esta propuesta incluye que se dejen anticonceptivos en estaciones del subterráneo y en terrenos baldíos en lugar de químicos letales.
Lo propuesto por Abreu, presidente del Comité de Saneamiento y Gestión de Residuos Sólidos, es la utilización de un anticonceptivo llamado ContraPest, que son básicamente unas píldoras saladas y grasosas que se esparcen en áreas infestadas de ratas. Este producto que funciona como cebo, al igual que el veneno pero sin dañar al animal, por lo que su promotor lo catalogó como un método más ético y humano que la fumigación.
Según informó la prensa local, este anticonceptivo actúa tanto sobre hembras como sobre machos, atacando la función ovárica e interrumpiendo la producción de espermatozoides. Actualmente, los métodos de control incluyen el uso de trampas, venenos que generan hemorragias internas y asfixia mediante la aplicación de monóxido de carbono en las madrigueras.