"Encontraron un nuevo ingrediente que atrae a los más jóvenes. Es que le dan un sabor determinado, tiene gusto a frutilla en su forma más vendida", dijo el especialista Claudio Izaguirre.
La cocaína rosa, también llamada TUSI, nexus o eros, es una droga sintética basada en la composición química del LSD, sobre la cual se agregan distintas proporciones de ketamina, éxtasis y alucinógenos. Su consumo tiene consecuencias gravísimas en la salud, al punto de generar convulsiones graves y hasta la muerte en casos de sobredosis. Ahora, una organización no gubernamental denunció que grupos narco producen la sustancia en laboratorios ubicados de manera estratégica en la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano, pero con la flamante modalidad de que las dosis tienen diversos sabores, siendo el más vendido el de frutilla.
"Es necesario que las autoridades gubernamentales, judiciales y de fuerzas de seguridad estén siguiendo con atención el movimiento de este grupo de narcos con mucho poder, porque manejan el negocio de la noche en el AMBA y ahora producen y luego comercializan esta sustancia, que genera muchísima dependencia y que tiene consecuencias nefastas. Estamos acompañando muchos casos con familias cuyos hijos tuvieron problemas. Incluso hijos de policías, hay que despertar y accionar para frenar el avance de esta droga", dijo Claudio Izaguirre, titular de la Asociación antidrogas de la República Argentina.
En torno a las características, Izaguirre señaló que "activan la psiquis, algunas son estimulantes y otras depresoras, las consecuencias son complicadas ya que el cerebro no sabe como actuar, hay casos se paro cardiorrespiratorio".
"Cuando esta droga se consume por boca, aparecen los síntomas 30 minutos después de la ingesta, se extiende por dos horas aproximadamente. La persona rechina los dientes fuertemente. Cuando consume por nariz demora cinco minutos en hacer efecto, y también dos horas dura. Es una sustancia que se creó en su momento como un intermedio de la MDMA y el ácido lisérgico", dijo el experto.
En ese sentido, manifestó que "la persona tiene alucinaciones, no tan fuertes como con el LSD y genera la sensación de bienestar como con el MDMA que dura seis horas, en este caso se extiende menos, por dos horas. Cuando se prohibió el éxtasis en EEUU quedo como una alternativa. Se vende muchísimo. Debemos decir que es fabricada a gran escala en Buenos Aires, es de diseño, se va creando una red de laboratorios clandestinos, que se pueden observar en countries o barrios cerrados".
"Hay espacios de producción por todo el AMBA. Muchos son manejados por propietarios de boliches o espacios donde se realizan fiestas, principalmente las denominadas ilegales donde no hay controles. Estamos frente a productores de cocaína rosa, que encontraron un nuevo ingrediente que atrae a los más jóvenes. Es que le dan un sabor determinado, tiene sabor frutilla en su forma más vendida, pero también viene con gusto a naranja, uva y otras, según el productor", dijo el especialista.
En ese marco, señaló que "estos distintos sabores no tienen que ver con el poder de la sustancia, en Europa se comercializa a unos 100 euros cada dosis, sin embargo en nuestro país se consigue por unos 15 o 20 mil pesos la dosis. La persona que la consume termina por ingerir unos 25 miligramos, algunos de los defectos es que tiene visión vidriosa, rechinamiento de dientes, hay casos de hipotermia, retención de líquidos y edemas cerebrales llevando a la persona al colapso".
Izaguirre, finalmente, dijo que esta droga "provoca disociación , nauseas, estado nervioso marcado, paranoia, reducción del apetito, y estamos observando que generan alteraciones cerebrales permanentes, con predominancia en personas muy jóvenes".