Luego de revocar el poder del abogado Hugo Tomei, el más complicado de los condenados quiere "contar cosas que nunca dijo".
Tras la reciente decisión de la Cámara de Casación de ratificar las condenas de los rugbiers por el crimen de Fernando Báez Sosa, Máximo Thomsen le pidió a su nuevo abogado volver a declarar ante la Justicia, con el fin de revelar "cosas que nunca dijo".
El joven que fue sentenciado a prisión perpetua por ser el autor material de la muerte del estudiante de abogacía manifestó su deseo de romper el pacto de silencio que mantuvo durante cuatro años con quienes eran sus amigos. Misma decisión tomó recientemente Matías Benicelli, primo de Thomsen, quien señaló al abogado Hugo Tomei como el culpable de que ellos fueran "persuadidos" para designarlo para su defensa técnica "a fin de no entorpecer la defensa de otros coimputados".
En este sentido, Benicelli -otro de los condenados a perpetua- señaló que quien fuera su abogado defensor durante todo el proceso "impuso una estrategia" en contra de la voluntad de algunos de los acusados, quienes deseaban dar su versión de los hechos ante los jueces y la prensa.
Con el fin de revertir sus condenas que implican 35 años entre las rejas, tanto Matías Benicelli como Máximo Thomsen decidieron cambiar de abogado. En el caso del joven que se desempeñaba como jugador del Club Atlético San Isidro (CASI), su nuevo representante es Francisco Oneto, excandidato a vicegobernador bonaerense de La Libertad Avanza, cuando acompañó a Carolina Píparo en la fórmula en las elecciones 2023.
Tras ser designado, Oneto declaró: "La intencionalidad de él no era que esto termine en la muerte de nadie. Le dije que no podía garantizarle resultados, pero sí le conté cómo vamos a emplear las herramientas del derecho para mejorar su situación procesal".
Finalmente, el letrado contó su estrategia para Thomsen: "Lo que buscaré explicarle a la Corte Suprema de la Provincia de Buenos Aires es que Casación incurre en un error, porque pone la diferencia entre los homicidios en agresión y los dolosos en la imposibilidad de individualizar al agresor o al que comete el homicidio”.