El Gobierno, a través de su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunció que las fuerzas de seguridad federales volverán a usar el detector de mentiras en la lucha contra el delito complejo y también por el Servicio Penitenciario Federal. Este sistema busca verificar la honestidad de una persona en torno a la posible comisión de un delito mediante un instrumento de estimulación psicológica.
El detector de mentiras es un sistema ampliamente usado a nivel mundial para la investigación de distintos delitos de extrema gravedad. Este procedimiento ya fue usado por el Estado nacional cuando Patricia Bullrich fue ministra del Gobierno de Mauricio Macri, pero quedó en desuso tras la asunción de Sabina Frederic a cargo de la cartera de Seguridad, durante la administración de Alberto Fernández.
Para detectar si el sospechoso miente, se lo somete a una encuesta mientras permanece conectado a la máquina que registra los cambios fisiológicos que se generan al dar una respuesta. Este sistema, apela al sistema primitivo de defensa que el hombre conserva en su cerebro y que genera reacciones en el cuerpo a raíz de un estímulo.
Este sistema primitivo de defensa es el que prepara al resto del cuerpo ante la posibilidad de un peligro, alistándolo para responder bajo los impulsos de "lucha" o "huida". Aunque estas reacciones son más observables en situaciones de muy grave peligro, como un robo, también existen en peligros de menor medida como una pregunta incómoda.
Estas pequeñas reacciones ante una simple pregunta son las que registra el detector de mentiras, aunque sea imperceptibles para el ojo humano. Estas respuestas fisiológicas mínimas son percibidas por el polígrafo y las representa en un gráfico que, un especialista, puede analizar para luego sacar conclusiones.
El polígrafo es una herramienta ampliamente usada a nivel mundial y que volverá a utilizarse por la fuerzas de seguridad en delitos graves.
Para poder generar ese registro, el polígrafo toma como índices la respiración, la presión sanguínea y la sudoración de la piel. Para realizar la prueba, se define el objetivo y se explica el examen, se entrevista al sospechoso, se recolectan los datos y, sobre estos, se realiza un informe con resultados y un parte ejecutado por el técnico del polígrafo.