Ocurrió tras una auditoría y diagnóstico realizado por la interventora.
La intervención en la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), a cargo de María Julia Cordero, detectó una serie de irregularidades tras una auditoría y diagnóstico de la situación realizado a partir de la decisión tomada en julio por el Poder Ejecutivo de intervenir el organismo.
Según reveló la ANAC mediante un comunicado, en esta etapa “transitoria pero necesaria, se ha revelado una estructura inadecuada y sobredimensionada del organismo, discrecionalidad en la aplicación de fondos e ineficiencias en la utilización de recursos”.
“Además, se detectó una falta de control en procesos, burocratización en los procedimientos y una falta de gestión en materia de fiscalización y prestación de servicios, entre otras observaciones que resulta necesario encauzar”, señalaron.
El informe señala que, al momento de la intervención, la ANAC contaba con una deuda de $3.131.700.676 heredada de la gestión del Gobierno anterior, deuda que se encuentra “bajo un pormenorizado análisis” por parte de la intervención.
“Las deficiencias en la administración de recursos se expresan principalmente en el manejo de su patrimonio, siendo su flota un punto crítico: el organismo cuenta con 14 aeronaves, valuadas en su totalidad en aproximadamente un millón de dólares, que no se utilizan o están cedidas. La mayoría no vuela hace más de 5 años”, puntualiza el informe.
El pasado 11 de julio, a través del dictado del Decreto 606/2024, el presidente de la Nación dispuso la intervención de la ANAC y la designación de Cordero como interventora “debido a una serie de deficiencias históricas que generan potenciales riesgos para la seguridad operacional y la navegación aérea y podrían llevar a la posible degradación de nuestro país en materia de aviación civil a nivel internacional”, según indicaba el decreto.
En ese contexto, desde la Secretaría de Transporte “se advirtió la necesidad de fortalecer la autoridad aeronáutica con el fin de restituir los criterios de eficacia y eficiencia necesarios para el logro de los objetivos estratégicos en materia de transporte aéreo y la concreción de un reordenamiento integral del sistema aerocomercial para dotar al mercado de un entorno competitivo que otorgue la suficiente flexibilidad para llegar a todas las ciudades argentinas”.
“Para ello, resultó pertinente la adopción de medidas urgentes y adecuaciones orgánicas, de personal y presupuestarias, que permitan desarrollar ese proceso sin comprometer el cumplimiento de la misión institucional dispuesta por la norma de creación del organismo”, remarcaba la norma sancionada entonces.
Desde ANAC especificaron que, a partir de la designación de Cordero como interventora, “se trabajó en la elaboración de un diagnóstico de situación del organismo con el objetivo de identificar los problemas operativos y administrativos que limitan el accionar de la ANAC y proceder a su reestructuración y adecuación a los lineamientos establecidos en el decreto de intervención”.