El domingo el presidente Javier Milei presentó el Presupuesto 2025, que deberá ser aprobado por el Congreso. Contempla más fondos para la cartera que conduce Luis Petri y compra de nuevo armamento.
Reforzar la seguridad nacional. Ese es el principal argumento del Gobierno para aumentar casi en un 100% en términos reales el dinero asignado al Ministerio de Defensa. La novedad, que se desprende del Presupuesto 2025 que presentó este domingo el presidente Javier Milei en el Senado, generó polémica, controversia y algunas preguntas en torno a para qué sí hay plata y para qué no.
El presupuesto del próximo año será debatido en el Congreso, donde se discutirán las asignaciones a cada área y se evaluarán posibles ajustes. El reto principal será cómo manejar la inflación y garantizar que los fondos asignados realmente se traduzcan en mejoras para los sectores clave del país.
Si se hace zoom a cada área, se encuentran particularidades que, a priori, resultan llamativas. Una de ellas tiene que ver con la cantidad de cosas que se pretenden mejorar o comprar en Defensa, que van desde armamento militar hasta municiones y aeronaves.
No pasó tanto tiempo desde que la imagen de Javier Milei a bordo de un tanque de guerra recorrió el mundo. Tampoco desde que en un acto de las Fuerzas Armadas prometió respaldo, por lo que no es sorprendente que Milei quiera invertir en los ítems que aparecen en la lista de compras que hará la cartera que dirige Luis Petri.
De aprobarse el presupuesto tal cual está planteado, el próximo año se destinarían alrededor de 6 billones de pesos a Servicios de Defensa y Seguridad, lo que representa poco más del doble de lo que se destinó en el último presupuesto.
Los gastos más onerosos de esta área incluyen la incorporación de helicópteros medianos para transporte de personal y carga por un monto de $657.422 millones; la incorporación de una familia de vehículos blindados a rueda para el desarrollo de la Brigada Mecanizada a Rueda por un valor de $380.097 millones; y la incorporación de mil camiones 4x4, para el remplazo de toda la línea de camiones UNIMOG 416 del Ejército Argentino, que tiene un costo tentativo de $175.000 millones. Todos montos pagaderos en los próximos años.
Asimismo está contemplada gran cantidad de compra de equipamiento militar para distintos tipos de operaciones, la incorporación de sistemas de gestión de incidentes, respuesta a ciberataques y de ampliación de comunicaciones e informática para la acción militar conjunta.
En la lista aparece prevista la compra de un conjunto habitacional de construcción modular, para reemplazar la antigua casa de emergencia de la Base Antártica Conjunta San Martín, por un valor de $1.365 millones y la recuperación y modernización de la AERONAVE CAZA 212 – AE-265 DEL B AV APY COMB 601 2 1 por $1.023 millones.
En cuanto a transporte, se enumeran 66 camionetas 4x4 y 4x2 ($1725 millones), 44 ómnibus medianos de 19 asientos con conductor, un vehículo aéreo no tripulado señuelo para artillería antiaérea ($1892 millones), camiones tractores para material de artillería antiaérea ($2842 millones), seis aeronaves de transporte mediano de mediano alcance para incrementar ($17.591 millones) y aeronaves no tripuladas para Incrementar la vigilancia, el reconocimiento y la inteligencia ($22.604 millones).
Sobre equipamiento y armas, algunos de los ítems más destacados son 1.300 cascos para las fuerzas de operaciones especiales (FOE y TOE), 5.200 chalecos balísticos a emplear por el Ejército Argentino para los servicios de seguridad en el ámbito nacional, modernización de 83 ametralladoras pesadas para los regimientos de Infantería Mecanizados, 266 escopetas semiautomática para los Regimientos de Infantería, 120 fusiles de precisión para los Regimientos de Infantería, modernización de 2.080 fusiles de asalto en los Regimientos de Infantería de montaña y de monte y 120 lanzagranadas de 40mm automáticos para los Regimientos de Infantería y sistemas antidrones.