En una reciente entrevista, el expresidente volvió a tocar el tema del controversial festejo de cumpleaños de Fabiola Yáñez en la residencia de Olivos durante la cuarentena de 2020.
En una reciente entrevista, el expresidente Alberto Fernández volvió a tocar el tema del controversial festejo de cumpleaños de Fabiola Yáñez en la residencia de Olivos durante la cuarentena de julio de 2020, intentando justificar nuevamente el evento que denominó como un simple “brindis”. Este episodio ocurrió mientras el país atravesaba restricciones severas debido a la pandemia de coronavirus.
Durante la entrevista, Fernández admitió su arrepentimiento por el evento y lanzó una curiosa justificación. "Claro que fue un error, claro que me arrepiento", expresó el exmandatario.
El expresidente explicó que en aquel momento no percibió la gravedad del acto, ya que la residencia de Olivos funcionaba como centro neurálgico de su administración, con un constante flujo de personas entrando y saliendo. “Todo funcionaba ahí”, indicó Fernández, tratando de contextualizar la frecuencia con la que las personas accedían al lugar durante esos meses críticos.
En este sentido, Fernández justificó la "Fiesta de Olivos" asegurando que ese día pasaron más de 100 personas por Olivos por distintas razones vinculadas a su gestión.
Fernández también mencionó que, en retrospectiva, reconoce el riesgo que este evento representó tanto para él como para los asistentes, calificándolo como un claro error personal. El evento en cuestión generó un fuerte repudio público, dado que contradecía las normativas impuestas por el mismo Gobierno para controlar la expansión del virus en aquel momento.
El episodio de la "Fiesta en Olivos" sigue siendo un punto de inflexión en la gestión de la pandemia por parte del Gobierno de Fernández y muchos señalan ese momento a la hora de explicar el triunfo de Javier Milei.
En otro tramo de la entrevista que se volvió viral en redes, Alberto Fernández elogio la organización de la ciudad de Ámsterdam, en los Países Bajos. "Vas y podés negociar directamente con las prostitutas que se exhiben en las vidrieras. Podés comprar drogas y te las venden. Podés comprar hongos alucinógenos y te los venden”, aseguró.