YPF avanza en la ampliación de la refinería de Luján de Cuyo. Producirá más gasoil con bajo contenido de azufre, el más demandado del mercado.
Luego del traslado de una mega estructura desde Buenos Aires a Mendoza, YPF avanza con la ampliación de la Refinería de Luján de Cuyo para aumentar la producción de gasoil de bajo contenido de azufre, un combustible de demanda creciente y que se ajusta a las más exigentes normas ambientales. La inversión total de la petrolera estatal ronda los 600 millones de dólares.
Los trabajos se ejecutan en el marco del proyecto Nuevas Especificaciones de Combustibles (NEC). El proyecto NEC cuenta con un avance del 60% y actualmente los esfuerzos se concentran en el objetivo de que su puesta en funcionamiento se produzca durante el año próximo.
Estas estructuras de grandes dimensiones arribaron provenientes de Canning, Buenos Aires, luego de un complejo operativo logístico de traslado que demandó 10 días. Se trata de módulos construidos por AESA de entre 24 y 30 metros de largo, 7,5 metros de ancho y 5 metros de alto compuestos por estructuras metálicas pesadas, tuberías de diversos diámetros y materiales, válvulas y accesorios de piping como así también bandejas para tendido de cables de electricidad e instrumentos.
Todo este equipamiento está siendo montado como parte del proyecto de Nuevas Especificaciones de Combustibles (NEC) que permitirá a la refinería de Luján de Cuyo producir combustibles con menos contenido de azufre. YPF ha destinado más de 600 millones de dólares para ejecutar las obras, lo que constituye una de las mayores inversiones de los últimos 40 años en el complejo mendocino. Además, involucra mano de obra directa para aproximadamente 500 personas y un importante desarrollo de pymes locales.
La modernización del complejo posibilitará incrementar la capacidad de producción y abastecimiento de Infinia Diesel en todo el país y se ejecuta con el fin cumplir con las nuevas especificaciones de combustibles, pasando de 50 partes por millón (ppm) de azufre en el proceso de gasoil a 10 ppm de azufre. El impacto ambiental es positivo, pues permitirá un impacto ambiental positivo al disminuir las emisiones de CO2 en la combustión de vehículos. Entre otras tareas, contempla la instalación de nuevas unidades (HDSII, H2II y SE33), modificación de unidades existentes (HDSI y OSBL) y adecuación de los servicios para abastecer dichas unidades