El Gobierno busca implementar este régimen en las próximas elecciones nacionales y se queda sin tiempo.

El oficialismo en el Senado retomó este martes el debate sobre el proyecto de boleta única de papel para las elecciones nacionales, una iniciativa que quedó estancada durante las sesiones extraordinarias del verano. La propuesta, que obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados en mayo de 2022, enfrenta un escenario de virtual empate en la Cámara Alta, lo que obliga a La Libertad Avanza a buscar un acuerdo clave con la rionegrina Mónica Silva, quien impulsó un dictamen alternativo que también cuenta con el respaldo de Unión por la Patria.

Desde las 11.00 hasta pasadas las 14.00 estuvieron debatiendo en un plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia y Asuntos Penales. Ya la semana pasada, representantes del Gobierno nacional se habían reunido en el Congreso con senadores de bloques dialoguistas para exponer la reforma política propuesta por Guillermo Francos, cuyo eje principal es la eliminación de las PASO, aunque se encontraron con la falta de consenso necesario para avanzar en ese aspecto.

El oficialismo lo que busca es que la agenda electoral en el Senado continúe con el debate sobre la boleta única de papel; sin embargo, para lograr avances sería necesario habilitar modificaciones al texto y, por ende, regresar a Diputados. Lo que respalda es el proyecto de mayoría, que tiene la media sanción; el otro corresponde a la rionegrina y cuenta con el aval de Unión por la Patria.

Entre las posibles modificaciones, se contempla la eliminación del casillero en blanco con la opción de votar lista completa. El debate se vio trabado en parte por la postura de la senadora Silva, quien insiste en implementar la boleta única por categoría, como se aplica en Santa Fe, en lugar de una boleta única que incluya todas las categorías, al estilo cordobés.