La misión técnica del organismo financiero internacional ya está en Buenos Aires y comenzará el trabajo de mirar los números este martes. Claves de un paso necesario para recibir nuevos fondos.
“Un trámite”. Así describían fuentes del Gobierno a MDZ el inicio de la revisión técnica de enviados especiales del Fondo Monetario Internacional (FMI) que este martes comenzará en Buenos Aires, y que antes del viernes habría finalizado. Los embajadores del organismo que maneja Kristalina Georgieva coordinados por el jefe del caso local Luis Cubeddu, están desde ayer en Buenos Aires, y tienen la misión de fiscalizar los números y porcentajes correspondientes al primer trimestre del año, datos que el ministro de Economía Luis “Toto” Caputo y los jefes del FMI ya cerraron la semana pasada en Washington.
Durante la última Asamblea Anual del Fondo y el Banco Mundial, Caputo se reunió con la número dos del organismo, Gita Gopinath y el director gerente para el Hemisferio Occidental, Rodrigo Valdes, para hablar más del futuro que del pasado. Pero, casi por cuestiones burocráticas, desde el FMI se recibieron archivos de Excel y Word donde se mencionaban los resultados finales del período enero-marzo 2024, donde el Gobierno demostraba que lo prometido ante el FMI por Caputo y Javier Milei para el primer trimestre del año se había sobre cumplido.
Los interlocutores del organismo manifestaron que si esto era así (nadie dudó que así fuera), la aprobación de las metas para el primer período del año (y el primero de la gestión Milei), estaría garantizada. Luego fue el Presidente quien en cadena nacional confirmó ante el público argentino los datos fiscales primarios y financieros que habían sido conversados en Washington, y que sobrepasan lo comprometido en la negociación de enero pasado entre el Ejecutivo local y la dirección del FMI.
Lo que comienza ahora es simplemente la revisión técnica general de lo ya conversado en Estados Unidos. Los delegados de Cubeddu que recorrerán algunos despachos del Palacio de Hacienda y el Banco Central entre mañana y el jueves, volverán antes del fin de semana a la sede del organismo, elaborarán un informe final sobre las metas pactadas y concretadas, plantearán las dudas de rigor y elevarán el informe al despacho de Valdes para que el chileno y su jefa terminen de firmar la aprobación. Luego, el documento final ya rubricado se elevará hacia el directorio del FMI, que finalmente será el que apruebe el cumplimiento.