Las entidades se animan a financiar con costo 0% las compras de la canasta básica. Ventajas y peligros de una alternativa que requiere mantener un presupuesto ordenado.
La crisis económica genera nuevos hábitos de consumo y algunos rebusques. Entre ellos, varios bancos empezaron a ofrecer la posibilidad de financiar sin interés las compras en el supermercado.
La vuelta de las cuotas viene de la mano de la reducción de las expectativas de inflación, que según el último relevamiento realizado por el Banco Central perforaría el 4% durante el segundo semestre de este año. Así, los bancos se animan a financiar los gastos con tasa 0% por tres meses.
Banco Nación ofrece todos los miércoles tres cuotas sin interés en supermercados. Entre los privados, Galicia tiene disponible la misma alternativa, de jueves a domingos. Las entidades del Grupo Petersen (Bancos de Santa Fe, Entre Ríos, Santa Cruz y San Juan) también brindan tres cuotas en supermercados con los que tienen convenio. Por su parte, la billetera Naranja X se subió a la tendencia y dispone de tres pagos con cero interés (con Plan Z) al usar la tarjeta de crédito de la compañía en compras en supermercados y mayoristas.
En una entidad en la que decidieron esquivar este tipo de estrategia comercial y apostar por el descuento en un pago, explicaron: “No nos parece una buena práctica poner cuotas en supermercados. Para muchos otros rubros hay pagos, pero es una cuestión de responsabilidad financiera. Se les puede hacer una bola de nieve a los clientes y por eso preferimos las cuotas para las compras puntuales, como un viaje o un electrodoméstico, en lugar de usarlas para los consumos semanales”.
“Es una política muy fuerte. Tenemos comprobado que, a la larga, es mejor el descuento en un pago porque las cuotas se les hacen una bola y terminan pagando más en intereses por pagar el mínimo, mora y punitorios”, agregaron, en relación con las penalidades que se enfrentan al no pagar el total del resumen.
Una alternativa para manejar con cuidado
Para los consumidores, cuotificar los consumos de la canasta básica puede ser interesante en contextos de alta inflación, pero especialistas en finanzas personales advierten que hay que tener un buen manejo de esas compras.
En esa línea opinó Lucía Aguilar, creadora de Luli Invierte y especialista en finanzas personales. “Pagar en cuotas el supermercado, así como los consumos del mes, es algo que pueden hacer las personas que tienen cierto nivel de educación financiera y que saben exactamente, cuánto consumen mensualmente y cómo lo pueden ir manejando”, afirmó.
“Para quien no tiene ese control, puede ser muy peligroso porque compromete sus tres futuros salarios. Después queda realmente ahogado, no puede pagar las cuotas y ya sabemos que las tasas de las tarjetas de crédito son muy altas. Así que yo lo recomiendo, siempre con cautela y llevando el registro para que no se haga una bola de nieve que no se pueda pagar”, completó.
A su turno, Nicolás González, director de la plataforma de educación financiera “El ABC de tu Dinero”, coincidió en que aquellos usuarios financieros racionales y ordenados, que pagan todo el resumen de la tarjeta y mientras tanto buscan un rendimiento para los pesos, pueden usar la alternativa de las cuotas sin problema.
En cambio, alertó que las personas que no pagan el resumen completo deberían evitar esta posibilidad. “Hay gente que no tiene otra opción. Tiene un presupuesto que está desbalanceado, muchas veces con ingresos insuficientes, y eso claramente termina derivando en la opción de financiamiento como la única alternativa. En ese caso no hay mucho que agregar, salvo que el desequilibrio y el no pago íntegro de los saldos de la tarjeta va generando un fenómeno de bola de nieve que termina siendo claramente peligroso”, puntualizó.
¿Cuotas sin interés o descuento en efectivo?
En algunos casos, los pagos sin interés conviven con la alternativa del descuento en un pago o con tarjeta de débito. Se trata de beneficios excluyentes entre sí. El economista Martín Leal analizó ambas opciones y el escenario más favorable para tomar cada una.
“Tres cuotas sin interés, suponiendo una inflación mensual de 4%, sería equivalente a un descuento de 8% en una sola vez. Entonces, la regla de decisión sería: si pagando con débito tengo un 10% de descuento, me conviene comprarlo en un solo pago en lugar de tomar las tres cuotas sin interés. A mi criterio no es un una metodología de pago racional hoy día: prefiero tener un 10% o 15% de descuento pagando con débito que tres cuotas sin interés”, consideró.
“Ahora, si volvemos a niveles de inflación del 6% o 7% mensual, claro que convendrían las tres cuotas sin interés. Pero, si vuelve ese escenario, desaparecería esa opción”, cerró Leal.