Una nueva versión del proyecto sería presentada ante la Cámara de Diputados el miércoles próximo, con la novedad que tendrá un apartado referido a la polémica reforma laboral.
El Gobierno Nacional tiene planeado presentar en mesa de entradas de la Cámara de Diputados una nueva versión de la Ley Ómnibus el próximo miércoles, tras este fin de semana extralargo por Semana Santa y el 2 de abril.
El oficialismo confía que la nueva versión del proyecto, que incluye la reforma laboral que todos los sectores patronales reclaman y apoyan los bloques afines al mileísmo y en principio aparece en el DNU 70, tenga un tratamiento exprés y sea votada el 25 de abril en el recinto.
La mirada está puesta en los votos positivos que tuvo la votación en general del primer intento de media sanción, haciendo “lo imposible” para que varios diputados afines y más o menos afines se encolumnen tras el proyecto oficial.
No obstante, hay versiones indicando que los gobernadores amenazan con sabotear la sesión en caso de que no vean colmadas sus expectativas, especialmente en lo que hace al paquete fiscal, dejándola sin quórum.
Reforma laboral: lo que “todos” quieren
La inclusión de la reforma laboral en la Ley Ómnibus es la principal novedad de este paquete que impulsa el gobierno de Javier Milei y tiene como principales ideólogos a las cámaras empresarias y al PRO.
Es que desde el bloque que preside Cristian Ritondo consideran que la reforma laboral debe tener tratamiento legislativo para otorgarle consolidación institucional, en lugar de ser efectivizada mediante el polémico decreto de necesidad y urgencia que viene teniendo un traspiés judicial tras otro.
Sus principales ejes son la reducción del costo de las indemnizaciones y su reemplazo por fondo de cese laboral, el alargamiento de las pasantías laborales de tres a ocho meses y la sanción de las asambleas en ámbitos de trabajo.
El Gobierno postergará hasta junio la quita de subsidios a las tarifas de gas y luz
La postergación se debe a las dificultades que están encontrando en el cruce de información entre el RASE y los datos del Indec para definir quienes seguirán con subsidios y quién no.
Aunque el gobierno de Javier Milei intenta avanzar a toda marcha con la quita de subsidios a las tarifas de luz y gas para sostener el artificial equilibrio fiscal que alcanzó en los primeros dos meses del año, desde Energía ya le avisaron que deberá esperar todavía un poco más para asestar ese nuevo sablazo al bolsillo de los trabajadores.
Es que la quita de subsidios en las tarifas de luz y de gas volverá a postergarse contra los planes de la Casa Rosada. Ello se deba a que la implementación de la Canasta Básica Energética (CBE) que esperaban primero en abril y que luego se pospuso a mayo, se podrá realizar recién en junio o incluso julio.
La demora responde a las dificultades que están enfrentando en Energía para avanzar en el entrecruzamiento de datos del Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE) y del Indec para poder así determinar qué hogares seguirán teniendo acceso a subsidios y cuáles no.
El compromiso con el Fondo Monetario Internacional (FMI) era avanzar en aumentos del 200% en las tarifas de electricidad y del 150% en las de gas, con el horizonte de llegar a abril con facturas que cubran el costo pleno de la energía excepto para los hogares “vulnerables”.
Sin embargo, 7 de cada 10 usuarios continuarán por ahora pagando con subsidios mientras que los usuarios de altos ingresos, comercios e industrias ya comenzaron a recibir facturas con fuertes recargos.
La otra pata del plan era la puesta en marcha de la Canasta Básica Energética (CBE), que contempla las necesidades básicas de consumo de electricidad y de gas de los hogares, según su composición, época del año y ubicación geográfica.
La idea es determinar qué porcentaje de esa canasta representará respecto del ingreso familiar. Superado ese umbral, se subsidiará al hogar hasta llegar a su canasta básica, determinada por las variables antes mencionadas.
La medida iba a estar en marcha a partir de abril, luego se pospuso para mayo pero ahora en Energía estiman que lo más probable es que recién esté operativa a partir de junio.
En función del decil poblacional al que corresponda cada hogar, del más pobre al más rico, se subsidiará parte de la factura de luz y gas. Pero la idea original es que todos paguen el costo pleno de la energía, por lo que pasaría a subsidiarse la demanda.
En la actualidad no todos los usuarios pagan lo mismo por la energía en sus facturas, que es donde se otorgan los subsidios para cubrir el llamado costo de generación. El esquema vigente de subvenciones marca tres universos: altos ingresos (N1), bajos ingresos (N2) y medios ingresos (N3) determinados por la Canasta Básica Total (CBT) del Indec.