Si bien el tema bajó los decibeles de las denuncias y acusaciones, sospechan que el Banco Central de Argentina realizó dos embarques, uno en junio y otro en julio
Las transacciones internacionales vinculadas con el oro son celosamente reservadas, sobre todo, cuando intervienen bancos centrales. Desde hace meses la tenencia de oro del Banco Central (BCRA) argentino viene siendo objeto de especulaciones, denuncias y sospechas. Es más, semanas atrás se comentó que en el mercado londinense habían detectado la llegada de unas 3 toneladas de oro provenientes de Argentina en junio pasado que eran, indudablemente, asociadas con embarques del BCRA.
Ahora, las mismas fuentes londinenses señalan que en julio pasado el BCRA envió otras 3 toneladas de oro al Reino Unido para canjearlas por divisas. Según explica el experto en mercados de metales y en especial del oro, Jan Nieuwenhuijs, se estima que el BCRA tiene 37 toneladas (60% de las reservas de oro de Argentina) en canje en el London Bullion Market. Lo que resulta curioso es que, finalmente, pese a la guerrilla de acusaciones y denuncias el equipo económico liderado por el ministro Luis Caputo, se dio cuenta que podía cometer un error que complicaría algunas metas con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Las especulaciones periodísticas criollas recuerdan que en 2017, en pleno Gobierno de Cambiemos, el BCRA ya había trasladado 11 toneladas de su oro monetario a Londres para canjearlo por yenes japoneses, y así poder ampliar su uso en dicha plaza financiera.
A mediados de 2024 empezó una ola de rumores y acusaciones cruzadas sobre el destino de las reservas de oro del BCRA. Así la prensa internacional daba cuenta que el BCRA estaba transportando oro nuevamente al exterior, que dio lugar a que el propio presidente Milei insinuara que el oro se había utilizado en el exterior como garantía de un préstamo (para hacer una operación de swap) con el fin de hacerse de divisas para pagar intereses y afrontar vencimientos de deuda externa.
“Hace unas semanas (NdR. a fines de agosto), pude confirmar que el BCRA había enviado 150 millones de dólares en oro (3 toneladas) al Reino Unido en junio, según las estadísticas de comercio transfronterizo. Como los funcionarios habían confesado que parte del oro monetario argentino se había enviado al exterior y, por primera vez en la historia, el Reino Unido (sede del mercado de oro más grande del mundo) había registrado haber importado 3 toneladas de Argentina ese mes, estaba seguro de que este lote podía asignarse al BCRA”, explica Nieuwenhuijs.
En tal sentido aclara que el oro monetario puede cruzar fronteras fuera del alcance de las estadísticas aduaneras, lo que aparentemente sucedió en 2017. Sin embargo, si un banco central permite que un banco de lingotes se encargue del envío, el banco de lingotes tiene que lidiar con la aduana y el oro aparecerá en los datos comerciales (como fue el caso de las compras secretas del banco central saudí años atrás). “En el mismo sentido, los nuevos datos comerciales del Reino Unido muestran otra importación de 3 toneladas desde Argentina en julio. Parece que el BCRA está enviando cada vez más oro a Londres en su desesperada necesidad de divisas”, agrega el experto que además cita a la agencia Bloomberg al informar que “antes de la medida, aproximadamente la mitad del oro de Argentina estaba en bóvedas nacionales y la otra mitad en Londres”. Por ende, antes de junio, la mitad de las reservas totales de oro del BCRA (62 toneladas) estaban en Londres. “Si se suman las 6 toneladas transferidas en junio y julio, ahora hay 37 toneladas en el exterior, lo que equivale al 60% del metal monetario argentino”, estima Nieuwenhuijs.
Cabe recordar que el BCRA solo se limitó a confirmar, a comienzos del mes pasado, transferencias de parte de las reservas de oro sin especificar ni destino, ni cantidad de embarques ni montos.
Pero quizás lo más llamativo es que en medio de la reyerta con la oposición y con algunos economistas, los planes del Palacio de Hacienda vinculados con las reservas de oro del BCRA se truncaban porque, al final, se despabiló que si retiraban parte de las reservas en el metal precioso para ponerlas de garantía, o para hacer algún swap u otra operación, obligaba a retirarlas del cálculo de las reservas brutas del BCRA como marcan los usos y costumbres de las estadísticas internacionales. Por lo que, de continuar con los planes se complicaba, más de lo que está, el cumplimiento de la meta de reservas brutas bajo el acuerdo vigente con el FMI. De modo que, por el momento, siguen las especulaciones pero se bajaron los decibles de las sospechas.
Vale recordar que normalmente, el “oro monetario” (oro que posee un banco central) está exento de ser revelado en los datos aduaneros. “Sin embargo, como he señalado en el caso de la compra de oro por parte del banco central chino en Londres, si los bancos de lingotes se encargan del envío y el seguro, el metal sí aparece en las estadísticas de comercio transfronterizo”, señala el experto holandés. En su momento, Nieuwenhuijs consideró respecto del embarque de junio que lo más probable es que el Reino Unido haya importado 3 toneladas (por un valor de 150 millones de dólares) de las existencias del BCRA, porque hasta donde se dispone de datos del departamento de aduanas británico, el país nunca ha comerciado una cantidad de oro de ninguna sustancia con Argentina antes de junio pasado.
“A fines de junio, el BCRA informó al FMI que mantenía la misma cantidad de oro que el mes anterior. Al parecer, el BCRA ha mantenido en sus libros el oro intercambiado, lo que es tolerado por el FMI”, recuerda. Con relación a esto, el peso de las reservas de oro de un banco central, según el FMI, puede incluir “depósitos de oro y, si corresponde, oro intercambiado”. Veremos cuando se actualicen las próximas estadísticas internacionales, que suelen tener un delay de dos a tres meses.