La cita le pertenece a la diputada Gladys Moro, quién salió a responderle al senador Fama tras este criticar a su par en el Congreso Nacional; Lucía Corpacci- Diario de Catamarca

Gladys Moro, reeditó una vieja disputa, cuando Flavio Fama era rector de la UNCa y Moro secretaria general del sindicato que nuclea a los empleados no docentes de la Casa de Altos estudios de Catamarca. 

En esta ocasión la gremialista y diputada del Frente de Todos, se despachó con todo, lo peinó a Fama recordándole entre otras pocas alabanzas, que el senador por Catamarca , nunca ganó una elección y salió electo para ocupar esa banca, pero en cuarto lugar de sufragios  y que "haciendo abstracción de su apellido, le cuesta tanto a Fama, ponerse a la altura de la Dra. Lucía Corpacci", todo ello tras el antes rector, haberse animado a criticar la postura de Corpacci en relación a la "Ley Bases" que Moro publicó en su cuenta de facebook.

"Cuando escuchamos que el senador nacional Flavio Fama cuestionaba la postura asumida por su par, nuestra compañera, la senadora nacional Dra. Lucía Corpacci, sentí la gran curiosidad por conocer, cuáles eran los motivos para ese destrato y, sobre todo, sus argumentos para justificar su defensa de la llamaba “Ley Bases” que era votada en el Senado de la Nación.

Con mucha paciencia y no sin pensar, escuché su alocución en el pleno de Cámara Alta, y hasta me “castigué” repitiendo algunos tramos de esa exposición, de menos de los 10 minutos asignados a cada senador, y no le escuché hacer ningún análisis sobre los contenidos del proyecto en tratamiento, ni menos argumentar algún valor, que justificara tamaña afrenta a la vida política nacional y, en particular, a los trabajadores argentinos.

La iniciativa, que consta de 328 artículos, contenidos en 10 títulos, no mereció la más mínima y menos puntual observación del senador Fama. Habló de cualquier cosa…, de estilos y modales para ejercer el gobierno, pero nada de las presuntuosas “bases”.

No se ocupó de “la promoción del empleo registrado o la modernización laboral”, que se propone, y, que, en realidad, es un decálogo de pérdidas en las conquistas laborales y una profundización de la precarización contractual para los trabajadores.

No se animó a sugerir, aunque sea una disminución del plazo para la vigencia del “malhadado” Régimen de Incentivo de Grandes Inversiones (RIGI), o en los planteados cambios previsionales, ni a realizar un aporte sobre el listado de empresas y organismos públicos propuestos a la privatización, o literalmente el desguace, como bien interpretaron hasta otros radicales.

Lo suyo fue una declamación sobre “modos y costumbres”, reprochando que “al gobierno (nacional de Javier Milei) le cuesta escuchar”, lo que marcó como “un signo de debilidad”. Y le enrostró a los “libertarios” la “falta de vocación y voluntad para gestionar, pese a su debilidad legislativa”, para concluir recomendando que Milei “debe abandonar las excentricidades y empezar a pensar en la humildad”. 

Pero sobre el contenido de “Las Bases”, concretamente, no elogió, no opinó, ni menos cuestionó; no dijo nada. Salvo, que había que “aprobarlas para brindarle al gobierno las herramientas que necesita para gobernar”; muy a lo De Loredo, muy radical.

En realidad, replicó la imagen del Fama que ya conocimos en su paso por la Universidad Nacional de Catamarca (UNCa.), donde jamás respetó las normas legales que se aplican en las universidades nacionales; él ERA LA LEY". 

Ahora, en el Parlamento habla de formas de gestión, de diálogo, de consensos; todo lo contrario de lo que hizo a lo largo de los 17años que estuvo en la UNCa., cuando se imponía como patrón de estancia; en base a aprietes, amenazas y comprando conciencias. 

Graciosamente habla de democracia, de “brindar herramientas”, como él, que modificó dos veces el estatuto de la UNCa. para poder seguir siendo rector, y, de esa forma, perdurar en el cargo.

Y hasta se olvida que nunca ganó una elección, incluso habiendo llegado al Senado Nacional, en representación de los perdedores, después de un “generoso” cuarto lugar electoral, con un caudal superado hasta por los votos en blanco. 

Por eso habla de la Dra. Lucía Corpacci, para que lo tengan en cuenta y lo consideren. Y no se da cuenta que no existen equivalencias entre ambos; porque ni siquiera se animó a rebatirle uno solo de sus conmovedores planteos en el recinto, defendiendo a los trabajadores, a Catamarca y a la Patria toda, con mucha convicción, coherencia y la fuerza histórica de su militancia. 

Apenas deslizó que “al ropaje político hay que dejarlo de lado”; mientras el sigue ciega y obsecuentemente, como años atrás a Macri, ahora a Javier Milei, hasta olvidando y descartando las enseñanzas y el legado “Yrigoyenista” de recrear una sociedad argentina comprometida con la Nación, con la democracia, con el cambio y la justicia social, y, esencialmente, la ética en los asuntos públicos.

Por todo ello, haciendo abstracción de su apellido, le cuesta tanto a Fama, ponerse a la altura de la Dra. Lucía Corpacci.

Gladys Moro, diputada provincial, Delegada Regional de la CGT Catamarca y Secretaria General de APUNCa.