El secretario general de Camioneros inicia esta semana su camino para endurecerse todavía más frente al Presidente junto otros gremios y el kirchnerismo. El próximo objetivo para presionar al Gobierno.
Luego de blanquear su ruptura con la CGT, Pablo Moyano ya tiene planes inmediatos para intentar molestar al Gobierno nada más y nada menos con una paritaria que la gestión de Javier Milei rechazará de plano. El armado de un nuevo frente sindical que combata con fuerza al Gobierno, para exponer a "los gordos" más dialoguistas, es otro objetivo para 2025.
Desde Camioneros expresaron sin rodeos que el reclamo salarial que se viene será a fondo: "La paritaria de camioneros no es cualquier paritaria. Saben que a la hora de discutir el salario de nuestra gente les vamos a tirar con todo lo que tenemos. No estamos dispuestos a resignar absolutamente nada y eso el empresario lo sabe y el Gobierno lo sabe. Estamos dispuestos a llevar la pelea a la instancia que sea necesaria", advirtió otro de los secretarios adjuntos del gremio.
Este mensaje con sabor a amenaza ya puso en alerta al Gobierno, teniendo en cuenta también estos detalles: Camioneros reclama un bono de fin de año de $650.000 y una suba salarial de 5% mensual, por encima de las proyecciones inflacionarias oficiales. "Pretendemos un incremento acorde a la inflación real para los próximos tres meses", argumentan.
Por lo tanto esta semana será el primer contexto para que Pablo Moyano endurezca su posición frente al Gobierno ya que el 1 de diciembre vence el último acuerdo salarial, que fue de 11% en tres cuotas entre septiembre y noviembre.