En una hora de acto, Máximo Kirchner le mandó un mensaje directo a Sergio Massa, que empieza a despegarse, y otro mucho más fuerte y duro a Axel Kicillof. "Yo siempre discuto, otros susurran".

Máximo Kirchner se presentó en el Club Atenas de La Plata como un auténtico hijo de los dos presidentes. Quizás desde ahí deba empezar a analizarse su discurso, su reclamo y su perspectiva. No lo dijo así, pero si en algún momento alguien se hubiera cruzado con un primogénito al cual otro le usan su herencia, bien podría decir, con otras palabras, lo que él dijo ayer.

No lo verbalizó, pero en un ejercicio contrafáctico, con todos los resultados puestos, bien podría suponerse que para Kirchner él tendría que ser el gobernador y no Axel Kicillof, elegido porque tenía mejor prensa. Faltaba que hubiera dicho "si poníamos al Pato Donald, también ganábamos la Provincia" en 2019.

Quizás en uno de sus mejores discursos, hilvanado, profundo y analítico, se adhiera o no a su idea, dejó en claro que muchas cuestiones deben ser revisadas en su espacio político. "Miren como nos veían a nosotros que la gente terminó votando con un loco con una motosierra". Fin.

En casi una hora de alocución dio detalles que jamás había hecho públicos, aunque evitó dar nombres propios. "Si lo hacía era para romper todo. Ahora debe entenderse que hay que ponerse a hablar", consideró uno de los que fueron mostrados por las cámaras en más ocasiones que el resto.

Entre los dirigentes y funcionarios del Gobierno que no mencionó podría inferirse que hizo referencia a Gabriel Katopodis y Jorge Ferraresi. "Hubo muchos funcionarios de Alberto que le pedían que se peleara con Cristina. Alberto se dejó calentar la cabeza, y algunos de ellos ahora se mezclaron en la Provincia". Todo esto en medio de un discurso que fue interrumpido en varias ocasiones, una de ellas, para reclamar que no necesitan aprender una nueva canción, como pretende hacerlo Axel Kicillof.

Fue, efectivamente, el gobernador bonaerense el gran presente habiendo estado ausente. Los mensajes hacia él fueron continuos, no en tono de ataque, pero si de reclamo. "Nadie puede ver un complot ni ofender cuando solo pedimos discutir", fue el primer mensaje. Sin embargo, quedó claro su impotencia cuando les recriminó que muchos critican "el dedo de Cristina… Y ahora los beneficiarios de ese dedo e quejan… Qué nos queda a los que no fuimos beneficiados por ese dedo", remató.

Lo extraño es que a pesar de todo lo que se conocen, los herederos de Esperando la Carroza deban mandarse mensajes a través de actos y no llamarse por teléfono o sentarse en una oficina. Casi increíble.

Máximo Kirchner fue y volvió con metáforas, recuerdos de la última presidencia del Frente de Todos a la par que era muy claro en sus críticas al Gobierno de Javier Milei y de su aliado Mauricio Macri. Y en dos ocasiones dejó en claro que por ser "generosa", su madre cometió errores políticos descomunales como haber propuesto a Daniel Scioli como candidato a presidente. "Después tuvimos que escuchar que no militamos para su presidencia. Basta de elegir 'Sciolis'. Por eso tenemos que tener en claro a quién vamos a poner en las listas", remató. Indudablemente, la lapicera no será ni compartida ni transferida.

Como propuesta, dejó en claro que él prefiere que el sistema de votación salga de la lógica "Boleta Única o boleta sábana", sino, directamente, "votar cada cuatro años" y se jactó que mientras él discute con su madre, "otros balbucean, dicen boludeces, piensan que queremos obstaculizar a alguien cuando solo queremos discutir. Discusión sí, boludeces no", sentenció.

Si bien la mayoría de los mensajes fueron teledirigidos al gobernador, con el cual compartían muchas más cosas que las que hoy se conoce, también hubo indirectas nada sutiles y que afectaron a un socio con el cual, por ahora, se presumía que tenían una estrecha relación.

Sergio Massa apareció en escena a través de un video en el que se explicaba por qué motivo los diputados cercanos al orador votaban en contra del acuerdo con el FMI mientras el entonces presidente de la Cámara de Diputados pedía votar a favor. Inclusive mostraron su recuento de votos en aquella acalorada sesión, como si no fueran del mismo espacio.

Acto seguido, reivindicó a "Wado" De Pedro como candidato presidencial in péctore. Nunca mencionó a quien fuera el representante final por Unión por la Patria. Si bien trascendió que hubo un nuevo encuentro entre el líder del Frente Renovador y la expresidenta este miércoles, hay otro dato que agiganta la posible fisura en la relación.

En las cercanías de su casa en Tigre como en buena parte de la Panamericana, hay leyendas que dicen "Otro Camino", firmado por su cuñado, Sebastián Galmarini. ¿Le habrán anticipado que también iba a ser parte de los reclamos del hijo de los dos presidentes?

El debate entre La Cámpora y Massa lo abrió De Pedro hace casi un mes, cuando recordó que muchos funcionarios del Gobierno de Javier Milei fueron puestos por el candidato presidencial del cual fue jefe de campaña hasta la crisis de la primera vuelta.

Mientras esto sucedía, en la Gobernación de la provincia de Buenos Aires, todo era mirado con atención y cierto asombro. "Es inentendible. Ellos ocupan ministerios, secretarías y cientos de puestos. Estamos dedicados a gestionar, no a discutir con La Cámpora".

Fuente:MDZOL