Los argentinos enfrentan una semana cargada de protestas e interrupción de servicios. Detrás, varios gremios aglutinados en una batalla contra el Ejecutivo. Por qué.

El sindicalismo retomó esta semana su pelea contra la gestión de Javier Milei a través de tres paros de gran magnitud. El primero de ellos comenzó el martes  y fue dispuesto por los estatales de ATE. Durará 36 horas. Además, hoy miércoles se lleva adelante una huelga de casi todos los gremios del transporte, en tanto mañana jueves será la paralización del servicio de colectivos que hoy sí funcionarán.

Detrás de dos de las tres medidas de fuerza pautadas se encuentran los sectores sindicales más opositores al gobierno libertario: ATE, cuyo delegado es Eduardo Aguiar, y el moyanismo, que a través del líder de Camioneros, Pablo Moyano, cruzó con fuerza al Gobierno.

El caso del paro de colectivos de la Unión Tranviarios Automotor tiene dos grados menos de temperatura. La medida de fuerza tiene como origen una disputa salarial con las empresas del sector. Aunque la pirotecnia contra el Ejecutivo es casi nula, la fecha elegida para la protesta aporta un granito de arena a la tensión que desde la Casa Rosada hay contra gremios.

El paro de este martes de ATE comenzó a las 12 del mediodía y será por 36 horas, ya que se plegará luego al de 24 horas del de transporte. Incluye una marcha a las puertas del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado que comanda Federico Sturzenegger.

El principal reclamo de este sector tiene que ver con los despidos en el Estado en el marco del programa de reducción de personal y achique que lleva adelante el gobierno de Milei y por lo que se cerraron organismos como Inadi, Incaa, INTI o se reestructuró la AFIP, por ejemplo.

"No nos bancamos más a este Gobierno. Tenemos que profundizar el plan de lucha. Hay que frenar a Javier Milei antes de que termine de aniquilar el derecho constitucional a una retribución justa", dijo Aguiar. Sin embargo, esta medida pasó como una más. No será así el caso de hoy cuando se interrumpa el servicio de trenes, subtes, camiones, transporte aéreo y marítimo. Lo único que funcionará, de hecho, serán las líneas de colectivos que controla el gremio de la UTA, que no se plegó al paro de la Mesa Nacional del Transporte por las diferencias históricas de su líder, Roberto Fernández, con los Moyano, que controlan la CATT.

"El ajuste impulsado por el gobierno de Javier Milei, el aumento de los boletos tras la quita de subsidios, el intento de privatización de Aerolíneas Argentinas, el ataque a los jubilados y en rechazo al aumento de la pobreza", se informó en el comunicado de convocatoria al paro.

Por otro lado, mañana jueves cuando paren los colectiveros de la UTA en reclamo de un acuerdo salarial también habrá complicaciones en el tránsito y, posiblemente, fastidio social. Este lunes el gremio de Fernández mantuvo un encuentro con las cámaras del sector pero no se pusieron de acuerdo. La UTA había solicitado un salario básico para agosto de $1.160.000, con aumentos progresivos hasta llegar a $1.322.136 en diciembre.

En este contexto, la relación entre los sindicatos y el Gobierno se tensa. "Mañana va a ser el inicio de algo mucho más importante", dijo el líder de Camioneros Pablo Moyano en declaraciones radiales y anticipó que podría haber más reacción el próximo mes.

En sintonía con esto también se expresó Omar Maturano, secretario general de La Fraternidad, que apuntó: "Ellos confunden privilegios con derechos. Si alguien los tiene es porque se los ganó. El problema es que los trabajadores nunca disfrutaron bien de la democracia y los políticos la disfrutan día a día". Asimismo resaltó que ellos nunca fueron convocados a una mesa de diálogo con el Gobierno.