Este lunes habrá una reunión que puede ser decisiva respecto a la continuidad de la empresa estatal o en qué condiciones seguirá existiendo. "La paciencia tuvo un límite", advirtió.
El jefe de Gabinete Guillermo Francos dejó claras definiciones sobre la postura del Gobierno respecto al futuro de Aerolíneas Argentinas, en la previa de una reunión que puede ser decisiva este lunes por la tarde para destrabar el conflicto salarial.
Las autoridades de Aerolíneas Argentinas volverán a reunirse con los representantes de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) y la Asociación del Personal Aeronáutico (APA). Se continuarán con las conversaciones iniciadas el viernes y también podría implicar una "tregua" por parte de los gremios en cuanto a las medidas de fuerza.
En este marco, el jefe de Gabinete anticipó que "quiere que la empresa se privatice" y fue contudente al afirmar que "lo que el Gobierno no acepta es tener que subsidiar una empresa que perdió 700 millones de dólares y que este año va a terminar perdiendo. No parece justo que la mayoría de los argentinos, el 98% que no vuelan, subsidien al 2% que vuelan y a los trabajadores de la empresa", cuestionó.
Francos anticipó además que durante la reunión de este lunes con los gremios aeronáuticos, el mandatario instruyó a los funcionarios para avanzar en la modificación de los "privilegios" contemplados en los convenios colectivos de trabajo: "Que se eliminen", sentenció.
El funcionario recordó que Aerolíneas Argentinas formaba parte de las empresas estatales que se buscaba privatizar en la lista original de la Ley Bases, la oposición logró quitarla y luego la situación empeoró. Por lo tanto, explicó que si no se privatiza "se le dirá a los empleados que la manejen" porque "el Estado no pone más plata".
Francos también dejó sobre la mesa la posibilidad que la empresa se cierre al subrayar que hay rutas que solamente explota Aerolíneas. Afirmó entonces que si la estatal deja de existir "va a haber un montón de operadores aéreos que van a querer hacerlas", en el marco de la política de cielos abiertos que fomenta el Gobierno.
"Ojalá prime el sentido común, el Gobierno está firme en su posición, el Presidente no da pasos atrás", advirtió el titular de ministros.
Respecto al último conflicto con Intercargo que provocó demoras con pasajeros cautivos arriba de los aviones, el jefe de Gabinete analizó: "La paciencia tuvo un límite. No solamente la paciencia del Gobierno, sino la paciencia de los argentinos. Lo que pasó con el servicio de rampa de la forma de tener secuestrada a la gente en aviones ha sido un acto de violencia inaceptable y que nosotros hemos resuelto desregular absolutamente el sistema. Yo creo que los trabajadores de Intercargo deberán resolver qué es lo que hacen, sino el destino de la empresa es el cierre, como lo anunció el presidente