El Ejecutivo tiene previsto avanzar en una inspección técnica de los contratos que rigen su funcionamiento tras el alerta de los organismos de seguridad de Estados Unidos.
El Gobierno de Javier Milei está detrás de las actividades en la base espacial china ubicada en Neuquén y tiene previsto avanzar en una inspección técnica de los contratos que rigen su funcionamiento tras el alerta de los Estados Unidos.
A partir de los datos de una calificada fuente del Gabinete a la agencia Noticias Argentinas, la gestión busca analizar el accionar de la Estación de Espacio Profundo CLTC-CONAE-NEUQUEN, que los chinos califican de "estrictamente científica", y comprobar que se hayan respetado los acuerdos.
"Hay algo raro con los contratos de la base. Se les dio un territorio donde prácticamente la Argentina no puede entrar", precisó la misma fuente sobre la Estación de Espacio Lejano, ubicada al norte de Bajada del Agrio, antes del puente del río Salado sobre la ruta provincial 33, en la denominada Pampa de Pilmatué.
Más allá de las discrepancias ideológicas de Milei con Xi Jingpin, en la administración libertaria consideran que "los contratos no son claros" y, por ende, buscan avanzar en la detección de irregularidades. "Los contratos no son claros. Según entiendo, por contrato, el 10% de los recursos de uso (del tiempo de la antena) los debe utilizar la Argentina. Queremos chequear que eso verdaderamente sea así", especificó ante esta agencia un alto funcionario. Asimismo, plantearon: "Hay que imaginarse el escándalo que se hubiera armado si esto lo hubiésemos hecho nosotros con Estados Unidos".
Se trata de un tema clave que estará presente en la reunión que mantendrá la jefa del Comando Sur, Laura Richardson, que por estas horas aterrizará en la Ciudad de Buenos Aires, con el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro de Defensa, Luis Petri, el miércoles en Casa Rosada. La presencia del mandatario en el intercambio no está confirmanda, aunque no se descarta que pase a saludar y agradecer la colaboración.
La idea de los libertarios es conocer el accionar de la primera estación terrena china fuera de su territorio, instalada tras el acuerdo sellado entre la Agencia Nacional China de Lanzamiento, Seguimiento y Control General de Satélites (CLTC) y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), en 2010.
Si bien no hay fecha especifica para avanzar el seguimiento, anticipan que tendrá lugar a corto plazo. Aunque el plan original era construir la base en la provincia de San Juan, descartado por ser zona sísmica, la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner acordó con Xi Jinping la concesión de 200 hectáreas de la localidad neuquina por 50 años.
Las obras terminaron en febrero de 2017, bajo la gestión de Mauricio Macri, y se acordó que la Argentina podía acceder gratuitamente al 10% de tiempo de uso de la antena para desarrollo de proyectos y de cooperación regional e internacional. Sobre este punto quiere poner el foco el Gobierno para detectar el cumplimiento.
La estación cuenta con una antena de 35 metros de diámetro destinada a misiones de exploración del espacio profundo, ubicadas a distancias que superan los 300 mil km de la Tierra, y es una de las tres antenas que conforman la red de estaciones de espacio profundo de China.
A raíz del alerta del embajador estadounidense en el país, Marc Stanley, sobre el accionar chino en suelo argentino, la embajada de China recordó que en 2019, la cancillería argentina y CONAE "coordinaron una visita de delegación de representantes diplomáticos, incluyendo de Estados Unidos, a la estación".
A pesar de los resquemores sobre las tareas desarrolladas en la base, el exministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de Alberto Fernández, Daniel Filmus, recorrió la instalaciones de la estación el 4 de abril de 2022. Acompañado por una comitiva encabezada por el director Ejecutivo y Técnico de la CONAE, Raúl Kulichevsky. y funcionarios de la agencia espacial argentina, el entonces funcionario estuvo en la sala de interpretación, la sala de operaciones de la estación y la antena.