La representante de La Libertad Avanza quería despegarse del grupo de libertarios que se entrevistó con militares condenados por delitos de lesa humanidad en la cárcel. Pero pensó que la moción votada era para crear una comisión investigadora de los hechos.
La diputada nacional de La Libertad Avanza Rocío Bonacci sorprendió hoy al votar por su propia expulsión del cuerpo por la visita que un grupo de legisladores de su bloque realizó a represores de la última dictadura militar presos en el penal de Ezeiza.
En realidad, la diputada santafesina se confundió al votar de esa manera, ya que pensaba que la moción de apartamiento de reglamento pedida por Unión por la Patria era para que se votase el proyecto de creación de una comisión especial evaluadora de la conducta de los libertarios.
Lo que se sometió a votación fue un proyecto de ley de la diputada nacional de Unión por la Patria Gisela Marziotta para expulsar de sus cargos a seis diputados liberales, entre quienes estaba ella misma incluida, pese a haberse negado a entrar al pabellón donde los esperaban los genocidas.
Desde que estalló el escándalo, Bonacci -al igual que su par Lourdes Arrieta- intentó despegarse de Beltrán Benedit, el organizador de la visita, Guillermo Montenegro, Alida Ferreyra y María Fernanda Araujo.
Como Arrieta, ella dijo haber sido llevada hasta el penal “engañada”, sin conocer el verdadero propósito de la actividad.
La votación para la expulsión de los diputados de La Libertad Avanza implicados en esa visita fue rechazada con 102 votos afirmativos, 121 negativos y cinco abstenciones.