Sería un gran avance en la detección temprana y la atención médica de los casos de ataques al corazón y accidentes cerebrovasculares. Participaron miembros del Conicet y la Universidad Favaloro.

La inteligencia artificial promete potenciar el futuro de distintas áreas y profesiones, como ocurre con la salud. Investigadores del Conicet y de la Universidad Favaloro lograron desarrollar un sistema que, a través de esta herramienta, podrá prevenir infartos y otras afecciones cardíacas, así como accidentes cerebrovasculares (ACV).

Aún estando en etapa de prototipo, logra procesar estudios de tomografía del corazón de manera rápida y precisa. Este innovador avance tiene como objetivo mejorar la detección de enfermedades coronarias o cerebrovasculares.

La IA para prevenir infartos y ACV: su efectividad

El modelo demostró una efectividad que supera el 95%, habiendo logrado evaluar las imágenes de casi 1.200 pacientes en sus pruebas. Permite, en rigor, que los radiólogos identifiquen y midan con rapidez el calcio presente en las arterias, lo cual es un indicador clave para evaluar si hay riesgo cardiovascular. 

La revista "Biomedical Physics and Engineering Express" publicó este avance. Los científicos argentinos contaron con la colaboración de radiólogos del Hospital Europeo Georges Pompidou en París, Francia.

Si bien aún no está listo para su implementación médica, esta IA funcionará como una herramienta de apoyo para los radiólogos, acelerando su trabajo y permitiéndoles verificar visualmente las detecciones automáticas. La tecnología, destacaron, no reemplazará a los profesionales, sino que les dará una ventaja y potenciará su trabajo.

El artículo médico insiste en que la detección temprana del calcio en las arterias coronarias y aórticas mediante imágenes de tomografía computarizada es crucial para la prevención temprana de enfermedades cardiovasculares. El sistema reconoce la aorta y busca posibles lesiones de calcio, distinguiéndolas de otras estructuras. En solo unos minutos, proporciona mediciones de calcio que normalmente llevarían entre 15 y 30 minutos a un radiólogo.