La vacuna es contra el Virus Sincicial Respiratorio (VSR) y estará disponible para los adultos mayores de 60 años.

Una nueva vacuna contra el Virus Sincicial Respiratorio (VSR) estará disponible en los próximos días. Estará destinada para adultos mayores de 60 años. Se trata de una enfermedad que para gran parte de la población se manifiesta apenas como un resfrío, está generalmente asociada a la bronquiolitis y otras afecciones respiratorias de los niños, aunque también puede tener consecuencias graves en personas mayores, particularmente sobre aquellos con comorbilidades respiratorias o cardíacas.

Al igual que otras enfermedades respiratorias, el virus se transmite a través de las gotas expulsadas al toser y respirar. Dado que sus partículas pueden permanecer varias horas en las superficies, su prevención recomendada implica “usar y desechar pañuelos descartables, lavarse las manos frecuentemente, escudarse al toser o estornudar y ventilar muy bien los ambientes”, según Pablo Bonvehí (M.N. 62.648), jefe de la sección de Infectología del CEMIC, miembro del departamento científico de la Fundación Vacunar e integrante de la Comisión de Vacunas de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI). 

Para el doctor Diego Litewka (M.N. 74.394), jefe de Neumonología del Hospital Fernández, “una característica del VSR es que las personas infectadas suelen diseminar el virus entre tres y ocho días luego del comienzo de los síntomas”.

En la mayoría de los casos, el VSR manifiesta síntomas leves, como un resfriado prolongado, pero ocasionalmente puede afectar seriamente a bebés, niños pequeños y adultos mayores sobre aquellos que tienen más de 60 años, el virus puede derivar en complicaciones a causa del deterioro de las defensas del organismo como producto del envejecimiento, también llamado inmunosenescencia. 

Según estudios actuales, se considera que la mayor parte de las personas de 50 años o más presenta al menos una comorbilidad, mientras que aquellos con más de 65 años tienen al menos dos, por lo que tienen un riesgo más alto de sufrir una infección grave.

Entre las complicaciones que puede producir el VSR se encuentran las infecciones del tracto respiratorio inferior, como la neumonía. “Puede dejar secuelas respiratorias que dificultan el funcionamiento pulmonar de las personas”, reconoce Bonvehí. También puede exacerbar las enfermedades crónicas, como EPOC, asma e insuficiencia cardíaca (ICC) y hasta provocar la muerte.

Durante la temporada invernal, su cuadro de diagnóstico toma mayor complejidad dado que “sus síntomas son clínicamente indistinguibles de otras infecciones respiratorias”, afirma Litewka. “Es muy difícil diferenciarlo de la influenza o el COVID-19 porque pueden tener características similares, como fiebre, tos e inclusive congestión nasal”, agrega Bonvehí. La afección también puede generar disminución del apetito, estornudos y sibilancias.