El hombre utilizaba la identidad de un integrante de la comunidad wichi local para no abonar el cánon que la Provincia de Salta cobra a los pacientes extranjeros en su sistema de salud pública.

Un ciudadano boliviano falsificó su identidad para acceder a la atención médica gratuita en el Hospital San Bernardo de la provincia de Salta.

El hombre, cuya verdadera identidad no fue revelada, utilizaba un DNI argentino, perteneciente a un integrante de la comunidad wichi local, para evitar el pago de consultas que aplica el Gobierno provincial a los extranjeros, conforme a la Ley provincial Nº8421.

El engaño salió a la luz después de que el hombre falleciera a causa de una enfermedad prolongada.

Según trascendió, durante su tratamiento se activaron cuidados paliativos y los médicos evaluaron la posibilidad de darle el alta para que pudiera regresar a su ciudad natal.

Aparentemente, este paciente de origen boliviano se hacía pasar por miembro de la comunidad wichi, lo que le permitió recibir atención médica en forma gratuita.

Luego de que falleciera en el hospital San Bernardo usando el DNI perteneciente a esa persona de la comunidad Santa María de Santa Victoria Este, el gerente del nosocomio, Pablo Salomón, brindó detalles a los medios locales sobre el incidente que ya está en manos de la justicia.

"Revisando la historia clínica del paciente, vemos que venía de consultas del año pasado, donde el paciente ingresó con la misma identidad", añadió Salomón. El hombre que falleció fue identificado posteriormente como Javier Herrera Pérez, oriundo de Tarija,  Bolivia. Pero llegó al hospital para su asistencia para ser tratado por un cáncer de páncreas con el DNI de Ramón L.

"Era un paciente que venía derivado de la ciudad de Tartagal, acompañado de una mujer que se identifica como la tía", comentó Salomón.

El engaño comenzó a desmoronarse el 6 de septiembre, cuando el referente intercultural del hospital se contactó con el cacique de la comunidad de la que supuestamente provenía el paciente, luego del fallecimiento.

Al momento de tramitar el certificado de defunción, se descubrió que el documento de identidad utilizado no correspondía al fallecido. "Cuando en el Registro Civil le exigen que entregue el documento, la mujer dice que el documento del fallecido no era el correcto, que la persona del DNI está viva y el paciente es su marido, que ella no es la tía."

Sin embargo, el problema fue mayor debido a que se había emitido un certificado de defunción para una persona que seguía viva. A su vez, las investigaciones revelaron que el paciente había sido atendido el año anterior con la misma identidad falsa.

El caso derivó en una denuncia en la Justicia, mientras el hospital busca implementar controles más rigurosos para evitar futuras suplantaciones de identidad.