El 30 de julio se conmemora el Día Mundial contra la Trata de Personas. Este día tiene como objetivo concienciar sobre la situación de las víctimas del tráfico humano y proteger sus derechos.
Hoy más que nunca es indispensable comprender como funcionan las organizaciones criminales mas allá del delito de trata de personas propiamente dicho. Seguramente el Gobierno Nacional difundirá las estadísticas oficiales de este delito, confirmando que argentina durante el 2024 lleva rescatadas más de 600 personas y desde el 2008, más de 21.000, lo que significa un salto exponencial en cuanto a cantidad de denuncias recibidas durante el último mes, inevitablemente debido al caso Loan y lo que percibe o entiende la sociedad.
Así es como cada 20 años pareciera que en Argentina ocurre un caso de trata que conmueve y moviliza a toda la comunidad. Sucedió en abril de 2002 cuando Marita Verón fue captada, y sucede hoy con el caso Loan. Se dan factores objetivos similares: índices de pobreza, indigencia y vulnerabilidad en niños y mujeres, acelerados abruptamente, precariedad laboral, fuerte devaluación de la moneda en el marco regional, crisis por falta de credibilidad en las instituciones y desesperanza de quienes votaron, tanto a favor como en contra del gobierno actual, en el último ballotage.
Poniendo al servicio de la búsqueda de Loan la experiencia de la Fundación Alameda que, a través de sus 22 años de historia acompañó a familiares y víctimas, impulsó denuncias e investigaciones, promovió leyes y gestionó áreas del estado entre otras acciones, se presentó ante la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas, la fiscalía anti trata, para que la búsqueda se encuadre conforme a lo que indican manuales, guías y la propia jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, de acuerdo a la cual frente a la desaparición de niños, niñas y mujeres empobrecidas deben abordarse el caso con una pluralidad de hipótesis pero tomando como la más preponderante la desaparición forzosa y la trata de personas.
El ecosistema político, judicial y policial local, con total naturalidad, durante 10 días instaló el extravió del niño y luego planteó la posibilidad de un accidente de tránsito. En paralelo, como anticuerpo, resolvió rápidamente la salida de jefes policiales y el reemplazo del ministro de Seguridad por un diputado nacional. Es indispensable que entendamos cómo operan las organizaciones criminales, para cuyo desarrollo necesitan de territorio liberado. En el caso particular del caso Loan, se llevó a cabo en una región estratégica, cercana a la triple frontera y a la vera del sistema de navegación trocal. Es decir, las redes de trata requieren territorio en el cual poder movilizar y comercializar bienes, servicios y personas, corrompiendo y cooptando todo a su camino.
Otro elemento a considerar es que la mafia actúa con la lógica del holding empresarial, se dedica a uno o varios delitos en busca de la rentabilidad y no como compartimento estanco. A su vez se adapta "camaleónicamente", aprovechando momentos de vulnerabilidad institucional, de turbulencia económica, adaptándose a cada economía regional y geografía, así la trata es un capítulo más, donde el cuerpo de una persona puede ser un medio para dar un mensaje, una señal y terminar provocando esta fractura expuesta de un sistema.
En el sistema capitalista, hay un denominador común que siempre está presente, la ruta del dinero. Este es el aspecto central a estudiar y seguir: no se puede desarticular una organización criminal si no se ataca su base económica. Como ocurre en Rosario, la mafia también golpea y fuerte, en la provincia de Corrientes, y lo hace con el cuerpo de los más frágiles. Frente a esto se opone una comunidad angustiada, pero movilizada. En definitiva, ante una narco criminalidad organizada y diversificada, es menester oponerle comunidad organizada, que recupere su tejido humano involucrando a quienes de buena voluntad, sin distinción, griten una vez más, nunca más.