El Sumo Pontífice en su regreso a Roma tras su extensa gira por Asia y dejó en claro que para venir a Argentina "hay que resolver varias cosas".

El papa Francisco advirtió en el vuelo de regreso a Roma tras su gira asiática que todavía no decidió si visitará la Argentina.

"Si voy a ir a Argentina, es algo que todavía no está decidido. Me gustaría ir, es mi pueblo, me gustaría ir, pero aún no está decidido. Primero hay que resolver varias cosas", respondió en conferencia de prensa.

El Papa ofreció su habitual conferencia de prensa en vuelo con los periodistas que lo acompañaron durante la gira más extensa de su pontificado y se refirió entre otros temas a la realidad de los Estados Unidos, Venezuela y el clima, entre otros asuntos.

"La guerra en Gaza es demasiado! No me parece que se estén dando pasos para hacer la paz", advirtió ante una consulta por ese conflicto.

Sobre los candidatos a la presidencia de Estados Unidos, Francisco hizo un particular análisis de Kamala Harris y Donald Trump al decir que "ambos están en contra de la vida, tanto el que echa a los emigrantes como el que mata a los niños. Ambos están en contra de la vida".

Por eso, el papa Francisco se excusó como "no votante" y explicó: "No se puede decidir, yo no puedo decir, no soy de Estados Unidos, no voy a votar allí. Pero seamos claros: tanto el no dar a los migrantes la posibilidad de trabajar como el no brindarles acogida es un pecado, es grave".

"Luego, el aborto. La ciencia dice que en el mes de la concepción están todos los órganos de un ser humano, todos. Abortar es matar a un ser humano. Te guste o no te guste la palabra, pero es matar", aseveró.

Y acotó: "En la moral política, por lo general se suele decir que no votar es malo, no es bueno. Hay que votar y hay que elegir el mal menor. ¿Quién es el mal menor? ¿Esa señora o ese señor? No lo sé, que cada uno en conciencia piense y haga esto".

Más descontracturado fue el tema China, porque Francisco se mostró "contento con los diálogos" que el Vaticano lleva adelante con esa nación. "El resultado es bueno, incluso para el nombramiento de obispos trabajamos con buena voluntad. Para mí China es una ilusión en el sentido de que me gustaría visitar China, porque es un gran país; admiro a China, respeto a China. Es un país con una cultura milenaria, con una capacidad de diálogo, de entendimiento que va más allá de los diferentes sistemas de gobierno que ha tenido", puntualizó. Calificó entonces al gigante asiático como "una promesa y una esperanza para la Iglesia".

El Papa concluyó este viernes su visita por Asia y Oceanía, iniciada el pasado 2 de septiembre.