Insistirá para que la causa que inició contra Fabiola Yañez por la difusión de los videos con Tamara Pettinato no vaya a la justicia ordinaria. Estrategia silenciosa y aún sin buenos resultados.

El expresidente Alberto Fernández analiza apelar el segundo revés judicial que tuvo en Comodoro Py. Es en la causa donde querelló a Fabiola Yañez por la difusión de los videos e imágenes del celular que le regaló a su hijo Francisco y en los que aparece Tamara Pettinato en la Casa Rosada coqueteando con él.

Alberto tiene hasta la primera hora del viernes para recurrir la decisión de la jueza María Eugenia Capuchetti, quien no solo se declaró incompetente de intervenir en la causa sino que rechazó la pretensión del exmandatario de evitar la difusion de imagenes y videos a través de medios de comunicación que él considera íntimos.

El expresidente buscaba que no circulara más dicho material por lo que en la misma demanda reclamó que se dicte de manera urgente una medida cautelar a fin de evitar que se siguiera masificando. En respuesta, la magistrada sostuvo que por un lado Alberto no señaló a donde apuntaba con la cautelar y por el otro que de avanzar con ella, incurriría en censura previa.

“El peticionante no ha logrado demostrar la verosimilitud en el derecho invocado, ya que, al momento de realizar su presentación, no indicó cuál sería el objeto de la medida cautelar, sino que tan sólo se limitó a expresar manifestaciones genéricas en torno a que no se divulgue información personal que involucre a mujeres”, dice el texto judicial. “En caso de hacer lugar a la medida cautelar peticionada, se estarían cercenando diversos derechos de raigambre constitucional, como lo son la libertad de prensa y la libertad de expresión, lo que representaría una censura previa”, esgrimió Capuchetti.

Hasta ahora Alberto no ha logrado sumar victorias en la causa por violencia de género. Con una estrategia de defensa muy silenciosa y tras varias semanas de postergación presentó a su primera testigo cuyo nombre mantiene bajo reserva y que, a través de un acta firmada por un escribano público, mecanismo poco usual en la justicia federal, posteriormente deberá convalidar ante el fiscal Ramiro González tres puntos.

Cabe destacar que la testigo es una persona que conoce a ambos antes que Fernández ostentara el poder y que, al parecer, realizó tareas domésticas tanto en el departamento de Puerto Madero como en la Quinta Presidencial de Olivos. 

Lo primero que señaló la denominada “testigo A” es que nunca vio agresiones por parte de Alberto a Fabiola, seguidamente en lo que se puede entender como preámbulo de testimonial, manifestó que era prácticamente común que la exprimera dama tomara alcohol al punto que era ella misma quien se encargaba de limpiar y guardar las botellas y vasos para que el expresidente no se percatara.

Por último, que las personas que se encargaban de ingresar las bebidas a la quinta y que se guardaban bajo llave en un armario en la casa de huéspedes eran un peluquero de Fabiola, de quien se abstuvo a identificar bajo su nombre, y Sofia Pacchi, antigua amiga quien declarará el próximo 12 de septiembre en Comodoro Py.

Mientras todo esto ocurre, un segundo fiscal dijo que el expediente por violencia de género debe seguir tramitando en Comodoro Py. Se trata de Marcelo Agüero Iturbe, fiscal de segunda instancia quien compartió el criterio de su par Ramiro González y opinó que enviar la causa a la justicia federal de San Isidro sería prematuro.

“Una decisión contraria a la resuelta por el señor juez de instrucción conspiraría contra la correcta marcha del proceso y lo enfrentaría por el carácter que ostenta a posibles reiteraciones de planteos de igual naturaleza”, señaló Agüero Iturbe en su dictamen.