Muchas veces, los gestos van más que las palabras. En medio de la conmoción por la desaparición del niño correntino, un especialista aporta un análisis sobre una de las principales figuras de la trama.
A tres semanas de la desaparición del pequeño Loan Peña, la investigación que tiene en vilo a la Argentina parece haber entrado en un punto muerto esta semana luego de la intensidad y la expectativa que adquirió el caso tras la sorpresiva declaración de Laudelina Peña, la tía del niño correntino, que aseguró que el pequeño fue víctima de un accidente automovilístico que encubren dos de los detenidos, María Victoria Caillava y el exmarino Carlos Pérez.
En medio de los peritajes a la camioneta de Caillava y Pérez para determinar si efectivamente los restos de sangre hallados en una de las ruedas pertenece a Loan, los pesquisas encararán hoy una serie de acciones sobre los 12 celulares de los detenidos, entre los cuales está el de Laudelina. En la cédula de notificación, la fiscalía de Goya solicitó diversos requerimientos.
Entre lo solicitado a adquirir, está que se haga un back Up, que se obtengan los correos electrónicos, se recuperen archivos eliminados y se consigan registros de Internet y redes sociales.
Pero mientras tanto, un especialista en lenguaje corporal aportó un interesante análisis sobre Laudelina, el personaje que podría resultar clave en el esclarecimiento del caso -siempre y cuando se confirme su teoría del accidente-, o como piensan o sospechan algunos, su testimonio podría haber sido solo una herramienta de disuasión para desviar el curso de la investigación.
Basándose en las declaraciones de la tía de Loan ante los canales de televisión, Hugo Lescano advirtió que la mujer realiza durante la entrevista un movimiento con el cuerpo que se conoce como código M60.
"Se trata de una variante del código M60. El mismo gesto que hacemos con la cabeza - incluso con el dedo índice- para decir que NO. Hamacarnos de izquierda a derecha refleja una intención de negación ante los que nos dice nuestro interlocutor", explica Lescano, un reconocido especialista en lenguaje corporal.
Durante todo el diálogo que Laudelina mantiene con los periodistas, también resulta clave la expresión de su rostro. "En este caso también aparece la sonrisa social (UA13) junto al código UA23 (afinar los labios). Si alguien combina estos tres códigos, no tengas dudas de que te está diciendo con su lenguaje corporal que no te dirá todo lo que sabe y que hay algo de lo que calla que le produce cierto disfrute", concluye el experto sembrando más dudas sobre la veracidad o la intención de esta mujer sobre quien se han posado todas las miradas y sobre quien la Justicia tendrá la última palabra.