Profesionales del CIF concluyeron que los acusados, Morales posee una conducta “especulativa y manipuladora” en tanto que, Bazán tiene intenciones “suicida teniendo dentro de la pareja con Morales, un rol sumiso”. –Diario de Catamarca
Durante la segunda jornada del juicio por el crimen de Hugo Ariel Ocampo, que tiene sentados en el banquillo de los acusados a Enzo Morales y Cintia Bazán, testificaron un total de 11 testigos y se expuso las comunicaciones telefónicas que habrían mantenido, Bazán con la víctima, como también las conversaciones previas al día del crimen entre los dos acusados.
Uno de los testimonios más relevantes durante la segunda jornada, fue la del cuñado del acusado Morales, quien relato ante el jurado que unos días antes del crimen, se le desapareció de su domicilio un cabo de madera que tenía “para defenderse” por si alguien “entrara a su hogar”. Esto generó una especulación en si podría ser el “arma del crimen”, debido a que en el proceso de investigación de la causa no se halló el objeto con el que se golpeó a la víctima. También declaró la hermana de Morales, que contó al jurado que Bazán durante una conversación que tuvieron después del 18 de enero, había mencionado que se “quitaron al loquito ese” en referencia a Ocampo.
Por su parte pasado el mediodía, el perito policial Carlos Zurita, detallo las llamadas y mensajes que se intercambiaron entre la víctima, Bazán y Morales, lo que expuso los movimientos tanto días previos de los acusados como posterior al crimen. En este sentido, se reveló que la última llamada que recibió Ocampo, fue a las 06:30 hs del 18 de enero, de parte de Bazán, el mismo día, pero horas posteriores se registraron comunicaciones entre los acusados.
Cerca del final de la audiencia, los profesionales del CIF que asistieron a los dos acusados, concluyeron que Morales, posee una conducta “Especulativa y manipuladora, con un tono obsesivo, mostrando comportamiento celopático”; mientras que Bazán es una persona con “intenciones suicidas que entro de una pareja en especial con la de Morales, existe una asimetría de poder, siendo ella la sumisa”. Siendo el último en brindar su declaración, el médico forense Sergio Andrada, que explicó los resultados de la autopsia al cuerpo de Ocampo, explicando que, debido al tamaño de la víctima, era probable que para debilitarlo debía haber recibido un fuerte golpe previo, para poder posteriormente asfixiarlo.
Señalando que para levantar un cuerpo como el del occiso, y terminar arrojándolo a un pozo de 30 mts, debieron participar por lo menos dos personas para concretar esta acción.