La exvicepresidenta está citada para las 9:30 de la mañana en los tribunales de Comodoro Py. Estará acompañada por funcionarios kirchneristas y sus seguidores la seguirán desde el Instituto Patria.

Este miércoles, Cristina Kirchner vuelve a los tribunales de Comodoro Py, pero esta vez no como imputada sino como víctima. La exvicepresidenta, que regresó hace una semana de México, deberá declarar ante el Tribunal Oral Federal N°6 en el juicio por el intento de asesinato ocurrido el 1 de septiembre del 2022, y se verá cara a cara con su agresor: Fernando Sabag Montiel.

En medio del escándalo que tiene como protagonista a Alberto Fernández, su compañero de fórmula en su último gobierno, la exmandataria decidió declarar de forma presencial y no quiso esconderse de las cámaras que seguramente la esperarán en la puerta de la sala de audiencias AMIA. “Obviamente, irá. Ella es la víctima”, señaló el abogado Juan Manuel Ubeira a TN.

Se espera que la exvicepresidenta llegue minutos antes de las 9 de la mañana, junto a sus representantes legales y una fuerte custodia, aunque también estará acompañada por un grupo de militantes que irán en caravana desde el Instituto Patria. También estarán presentes Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes; su par en Ensenada, Mario Secco; el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof; los senadores “Wado” de Pedro y José Mayas; y el sindicalista Hugo Yasky.

Al respecto, el secretario general de la CGT adelantó a TN que espera que su testimonio “sirva para que este juicio no siga enfocado en la figura de tres o cuatro perejiles, que si son condenados impide que se sepa quienes estuvieron detrás”. Esos “perejiles”, según el gremialista, son Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo.

Es que la propia Cristina Kirchner y todo su entorno aseguran que la famosa “Banda de los copitos” es solo la punta del iceberg en toda esta trama y que, para encontrar a los principales responsables en el atentado, hay que hilar más fino. Hablan de un “femimagnicidio” y apuntan a gente ligada a la extrema derecha, más precisamente al partido Revolución Federal.

En la previa de lo que va a ser la declaración más importante desde el comienzo de este debate, los militantes salieron a empapelar las paredes con la frase “¿Quién mandó a matar a Cristina?”. Le endilgan el plan del asesinato a la oposición de ese entonces. Incluso, desde la querella, se encargaron de preguntarle a cada uno de los testigos que pasaron por el estrado si los conocían.

Si bien el brasilero Sabag Montiel se autoincriminó frente a la jueza Sabrina Namer y dijo que su intención fue matar a Cristina como una especie de “lobo solitario”, que no fue financiado por ningún grupo político ni lo obligaron a dispararle, desde el kirchnerismo no dejaron pasar una de las frases que dejó su declaración como imputado, cuando aseguró: “Traté de pagar el precio de lo que otros no hicieron”. Esos “otros” a los que hizo referencia, sostienen, serían los que orquestaron supuestamente el crimen que no fue.

“Mañana (por este miércoles) iré a declarar al juicio oral que se le sigue a los autores materiales del intento de asesinato a mi persona perpetrado el 1 de septiembre del 2022. ¿De los autores intelectuales y de los financiadores?... Bien, gracias… Duermen protegidos por Comodoro Py”, escribió ayer en un tuit la ex vicepresidenta.

La exmandataria compartió un video en donde mostró “su mirada despojada de cualquier subjetividad” y cuestionó el tratamiento de la investigación. “Esa noche la jueza a cargo de la investigación y su equipo no durmieron, la investigación tendría tiempo para dormir después, porque si en las películas unen los hilos para descifrar los casos, los hilos de esta historia no hicieron más que enmarañarse”, dijo la voz en off del contenido audiovisual.

Además, agregó que el “celular del tirador (Fernando Sabag Montiel) fue misteriosamente despojado de su memoria” y que en la investigación se “perdió en algún cajón” la relación que habría entre “la femme fatale y grupos violentos relacionados financieramente con empresas de la familia de un ex y futuro responsable de la economía argentina”. Justo en este momento el video muestra imágenes del ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo.

“En esta historia nada cierra, quizás porque no es una película. En el cine podemos quedarnos tranquilos, porque sabemos que podemos volver a nuestra vida cotidiana sanos y salvos. La diferencia es que aquí no podemos apagar las pantallas. Las antorchas del odio han llegado a todos los niveles del poder. ¿Quién dio la orden de matar a Cristina?”, finalizó el video.

“Soy apolítico”: Sabag Montiel negó haber sido financiado para matar a CFK

Pese a este cuestionamiento por parte de la Cristina Kirchner, Sabag Montiel negó rotundamente haber sido financiado políticamente. “Yo soy apolítico antes que nada, el incentivo por las cuales cometí el atentado no es por tener una posición en las antípodas del kirchnerismo o estar en un sector contrario. Mantengo mi calidad de apolítico, es por un tinte personal. El atentado fue con un fin personal y no para beneficiar a ningún sector político”, afirmó.

Cuando le consultaron a qué se refería con “tinte personal”, se explayó: “Son cuestiones de incomodidad con lo establecido. No habría que redundar mucho. La doctora Kirchner es corrupta, roba y hace daño a la sociedad”. Más adelante habló un poco más y contó que estaba molesto porque se le rompieron sus autos y no le alcanzaba para pagar el alquiler.

El principal acusado del atentado aprovechó su declaración para desligar a su pareja, Brenda Uliarte, y a otro de los “copitos”, Nicolás Carrizo. “Con Brenda nunca compartimos la decisión de perpetrar el atentado”, contó. Sin embargo, sumó: “Yo la quería matar y ella quería que muera. Pero nunca le planteé o le ordené a que lo haga, ni le di el arma diciéndole ‘hacelo vos’. Ella quería ser una espectadora del momento más que una partícipe”.

Uliarte, que durante todo el debate se la vio inquieta y haciendo muecas mientras los testigos declaraban, intentó contar su versión de los hechos, pero no pudo hacerlo porque “estaba medicada” y no podía defenderse, según alegó su abogado Alejandro Cipolla. Incluso, intentó suspender el juicio para que se le hagan pericias psiquiátricas y la declaren inimputable, pedido que rechazado por la jueza del tribunal.

En cuanto a Carizzo, el líder de los copitos se desligó de cualquier tipo de responsabilidad y aseguró que se enteró del atentado por televisión. “Me metí en este quilombo por una joda y no puedo creer que esté preso”, dijo.

En su declaración contó que conoció a Uliarte y a Sanag Montiel en una fiesta y les propuso ir a vender copos de azúcar. “Un día empezaron a vender copitos y volvieron sin nada. Ahí se me ocurrió que nos fuéramos a la Costa a vender. Algo que les copó a todos. Ahí hice un grupo de trabajo, estaban Sabag, Uliarte y todos los chicos que trabajaban conmigo”, relató.

Carrizo contó que la noche del intento de magnicidio “estaba con el celular y un amigo me dice que habían intentado asesinar a la vicepresidenta. En ese momento no le presté atención. Y me dice, fue un tal Sabag Montiel. Prendí la televisión y lo vi entre la multitud intentado gatillar cerca de la cabeza de Cristina Kirchner”.

Por último, dijo que acompañó a Uliarte a la televisión porque pensó que no tenía nada que ver, pero después le reveló que sabía todos desde un primer momento. “Siempre me mintió. Yo ni los conocía y les di trabajo. Tuve una buena intención con ellos, y al resto de los chicos también y les allanaron la casa. Después me enteré de que la habían detenido”, contó.

En lo que va del juicio ya declararon militantes que estuvieron la noche del 1° de septiembre del 2022 en la casa de Cristina Kirchner, y todos coincidieron en la descripción de los hechos. Algunos, en tanto, fueron precisos y detallaron que vieron la mano de Sabag Montiel con el arma y escucharon el sonido del disparo fallido. También hablaron los que lo redujeron para que no se escapara. El último en declarar fue el que encontró la pistola Bersa Calibre 22 con la que el imputado intentó cometer el crimen.

Todavía resta que pasen por Comodoro Py cientos de testigos presenciales, y aquellos que estuvieron vinculados de alguna forma a uno de los hechos que más conmocionó al país en los últimos años. Se espera que el debate termine a fin de año.

Fuente: TN