En un gesto de alto voltaje político, la cámara departamental se apartó de CAPPROMIN. Detrás del comunicado formal, hay acusaciones por favoritismos y descontento con la conducción del sector. –eldiariodecatamarca.com

La calma duró poco en el sector minero catamarqueño. La Cámara de Proveedores Mineros de Andalgalá (CPEM) anunció su ruptura con la Cámara Provincial de Proveedores Mineros (CAPPROMIN), una decisión que deja expuesta una interna que venía gestándose hace semanas y que hoy estalla públicamente.

Oficialmente, desde Andalgalá sostienen que la medida busca “fortalecer la representatividad local y promover el desarrollo de los proveedores andalgalenses”. Pero detrás del comunicado institucional hay una disputa política y económica con la conducción provincial que lidera Manuel Gómez Bello.

Según trascendió, el malestar se habría originado por el ingreso de empresas foráneas al ámbito de la cámara provincial, lo que los proveedores locales interpretan como un desplazamiento de las firmas catamarqueñas en los acuerdos con proyectos litíferos.

La decisión marca un quiebre inédito en el esquema minero provincial: Andalgalá, uno de los departamentos con mayor peso en la cadena de proveedores, se aparta del bloque institucional que representaba a todo el sector.

En medio del auge del litio y de la expansión de inversiones, la fractura deja entrever diferencias de poder y representación en uno de los espacios más sensibles para el desarrollo económico de Catamarca.