Aunque parecería haber un repudio generalizado ante las designaciones por decreto de los jueces, los espacios opositores concentran diversas posturas.

Rechazado su pedido de licencia, Ariel Lijo se rehusó a dejar su cargo como juez en la Justicia Federal y ahora su futuro, junto al de Manuel García Mansilla, está ligado al Senado. Desde los más críticos del kirchnerismo hasta los más dialoguistas del macrismo parecen tener las mismas dudas sobre esta decisión oficialista, y aunque cada espacio teje su propia brecha, la negativa podría ser contundente y comienzan las negociaciones. 

"Conforme al decreto del PEN 137/2025 del pasado 25 de febrero, y encontrándose cumplidas todas las formalidades correspondientes, se decidió tomarle juramento como ministro de la CSJN al Dr. Manuel José García Mansilla", así sentenció el primer aval que recibió este magistrado para iniciar sus funciones en el tribunal.

No obstante, junto a Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, luego rechazó el pedido de licencia de Lijo para comenzar a ejercer. Ricardo Lorenzetti fue el único a favor de tomarle juramento y de los principales impulsores para que ocupe el cargo. Ambos jueces deberán afrontar una posible sesión en el Senado la próxima semana, donde se debatirán sus futuros.