El enfrentamiento político escaló al máximo entre la ex¬-intendenta y el actual jefe comunal. Paulón denunció incapacidad y pactos con bodegueros, mientras Úsqueda la responsabilizó por falta de rendiciones millonarias y proyectos que jamás se construyeron. –eldiariodecatamarca.com

Fiambalá quedó en el ojo de la tormenta política tras un nuevo cruce entre la ex-intendenta Roxana Paulón y el actual jefe comunal Raúl Úsqueda, quienes se lanzaron acusaciones de corrupción, incapacidad y desmanejo de fondos públicos.

El último capítulo del enfrentamiento se desató con un posteo de Paulón, fechado el 4 de septiembre, en el que calificó a Úsqueda como “el inútil de la excusa fácil”, criticando su apelación constante a la “pesada herencia” y acusándolo de no haber iniciado ninguna obra nueva en casi dos años de gestión, “Se juntaron su incapacidad con su maldad, pobre Fiambalá. En casi dos años no movió un solo metro de la obra de la Manzana del Deporte que ya estaba iniciada, con proyecto, planos y presupuesto aprobado. No hizo ninguna obra nueva; las únicas que avanzan son las que quedaron de nuestra gestión, y gracias al gobierno provincial hoy se están finalizando”.

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Además, lo denunció por haber pactado con un empresario bodeguero que habría financiado su campaña “a costa de la uva de todo el pueblo”, dejando a los viñateros sin cobrar.

“Lo que les cuesta caro a los fiambalenses no es ninguna herencia, sino su falta de control, su incapacidad y la deshonestidad de un gobierno de inútiles y ladrones”, lanzó la exintendenta, subiendo el tono del enfrentamiento. Ironizando con la capacidad de delegar del actual intendente, “Si gobernar fuera lo suyo, Fiambalá estaría avanzando. Lamentablemente, no lo es. Tanto que, si le dieran un kiosco, lo fundiría”.

Frente a estas acusaciones, Úsqueda respondió con igual dureza. También el 4 de septiembre, publicó un descargo en el que aseguró que continúan ingresando intimaciones por “la falta de rendición de cuentas” de obras gestionadas en la administración Paulón, como el Playón Deportivo Municipal, que según detalló solo fue ejecutado en un 10% pese a figurar como finalizado en 2021.

El intendente remarcó que el municipio ya recibió una carta documento oficial de la Dirección Nacional de Planeamiento Deportivo, que intima a rendir los fondos millonarios transferidos en 2021 o devolverlos en un plazo de diez días, bajo apercibimiento de iniciar acciones civiles, administrativas y penales. Así mismo, remarcó que estas irregularidades afectan directamente la actual gestión, “Cuando nos preguntan, ¿por que no se hacen más hacen obras? Una de las respuestas ante estos imperativos debe de ser esta. La falta de control y capacidad de administrar nos está costando caro como municipio, peligrando la posibilidad de poder volver a recibir fondos para nuevas obras como así también ser pasibles de recibir sanciones”.
 
Úsqueda sostuvo que el polideportivo “no es más que un baldío con restos inconclusos” y que la Sala Velatoria Municipal “directamente no existe ni en maquetas”. “La ausencia de documentación constituye una grave irregularidad administrativa y financiera, que vulnera la transparencia y pone en riesgo la llegada de nuevos fondos”, advirtió.

El cruce dejó expuestas viejas heridas en la política de Fiambalá. Paulón insiste en que su gestión “administró con transparencia” y que nunca existieron denuncias judiciales en su contra, mientras acusa a la actual administración de perseguirla políticamente. Por su parte, Úsqueda busca despegarse del pasado y remarcar que la pesada herencia compromete no solo el presente financiero del municipio, sino también su futuro inmediato.

Con acusaciones de “inútiles y ladrones” de un lado, y de “obras fantasmas y rendiciones faltantes” del otro, el escándalo deja a los vecinos de Fiambalá en medio de un enfrentamiento que amenaza con derivar en causas judiciales de alto voltaje.