El presidente de la Cámara de Diputados manifestó su malestar con el aumento, pero aclaró: "Es mi deber garantizar el funcionamiento”.
El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, habló sobre el aumento del 80 por ciento en las dietas de los legisladores. “No estoy de acuerdo pero es mi deber garantizar el funcionamiento”, explicó.
En simultáneo al debate por la nueva fórmula de movilidad jubilatoria, se conoció que los salarios de los diputados aumentarán de forma significativa. La suba se pagará en tres cuotas. Desde la Casa Rosada se oponen a la decisión adoptada en Diputados y habían rechazado la posibilidad de un aumento.
En este sentido, Menem señaló: “Yo no estoy de acuerdo con el aumento. De hecho, ustedes saben que yo desde que entré a la política sorteo mi salario. Pero es mi misión, o mi deber, garantizar el funcionamiento”.
De esta manera, el presidente de la Cámara baja contó cómo habrían sido las negociaciones por el incremento, por lo que aseguró que la suba en las dietas fue “a pedido de todos los diputados”. “Yo no podía permitir que eso vaya al recinto. Porque podía salir cualquier número. Hicimos algo mucho más razonable”, aclaró.
Sobre este punto, Martín Tetaz, diputado de la UCR, había asegurado que no existió ningún acuerdo previo entre los diferentes bloques, así como tampoco hubo una votación para avalar esta decisión.
Con este aumento, la dieta promedio de 1.2 millones de pesos pasaría a ser de 2.2 millones de pesos bruto, una vez que se completen las tres cuotas estipuladas. A pesar del aumento que propuso el presidente de la Cámara, persiste el rechazo de casi todos los bloques que exigen ingresos similares a los que tienen los senadores de la nación que están en 8 millones de pesos bruto, que fue aprobado por los legisladores de la Cámara alta en abril sobre tablas. Anteriormente, la vicepresidenta Victoria Villarruel y Menem intentaron subir el sueldo de los funcionarios parlamentarios un 30 por ciento, pero la noticia generó un cimbronazo político y malestar e el Ejecutivo, por lo que dieron marcha a atrás con la decisión.
“La realidad es que estamos muy lejos de lo que cobra un senador y nosotros también tenemos que viajar y tenemos que pagar hoteles”, explicó un diputado nacional. “Todo el tiempo tenemos que cambiar los miembros de las comisiones porque los diputados no pueden venir. El 80% de los miembros de la Cámara viven de su dieta y no les alcanza. El desarraigo que está en 300.000 pesos alcanzaba durante el 2023 para pagar un hotel, hoy no se cubre una semana. Si tengo que llamar a una comisión informativa, no viaja nadie”, agregó.
El enojo de los diputados también tiene que ver con que el presupuesto del Congreso de la Nación es único por lo que entienden que los senadores se están “comiendo” buena parte de los fondos que tienen en el Palacio Legislativo.