Carlos Enrique Sánchez Paredes tenía 22 años y murió asesinado a golpes durante un asalto en Quilmes.

Dolor y conmoción por el feroz crimen del estudiantes de la Universidad Nacional de La Plata durante un asalto.

Según informaron fuentes policiales, Carlos estaba yendo a la parada de micros para viajar rumbo a la capital bonaerense para rendir un examen en la Facultad de Informática.

Apenas había recorrido media cuadra cuando dos ladrones lo interceptaron y lo golpearon con un caño en la cabeza para robarle su mochila y el celular. La agresión fue tan violenta que el joven murió en el lugar antes de poder recibir asistencia médica.

Desesperada por la falta de respuesta de su hijo, la madre salió a buscarlo y lo encontró agonizando en el suelo. Junto a él, había un fierro negro con una forma de L y manchas de sangre.

Un vecino se ofreció para llevarlos al hospital de Wilde, pero no pudieron salvarlo.

Para colmo, cuando los policías llegaron a la escena del crimen, el arma homicida había desaparecido. Todo indica que los asesinos volvieron al lugar de los hechos para retirar el objeto contundente.

La autopsia confirmó que la causa de la muerte fue el traumatismo de cráneo y el caso quedó en manos de la UFI 4 del Departamento Judicial Quilmes, a cargo de la fiscal Karina Gallo.

Carlos trabajaba en Tolosa y también hacía changas como técnico electrónico mientras completaba sus estudios para ser licenciado en infromática.