Dos ciudades patagónicas están en la mira, pero se estima que el recorte llegará a otras localidades del país.

Desde hace días, los medios de comunicación de La Patagonia vienen alertando sobre el cierre de oficinas de Aerolíneas Argentinas en Bariloche y Neuquén. De hecho, empleados de la empresa habían confirmado al diario Río Negro que la eliminación del servicio en la ciudad rionegrina se implementaría el 31 de marzo. Finalmente, se les notificó a los trabajadores el aplazamiento de la fecha y se estima que la atención al público finalice el 30 de abril. 

Según los empleados, el cierre de las oficinas en Bariloche solo es la punta del iceberg de un plan que contempla la eliminación de otros enclaves en distintos puntos del país como Neuquén, Salta, Bahía Blanca y Pasadas. El recorte también afectaría el número de trabajadores en los mostradores de la compañía. 

En cuanto a la ciudad rionegrina, famosa por ser un centro neurálgico del turismo, el local que dejará de funcionar está ubicado en un “edificio histórico” de la ciudad y es de propiedad de la empresa. Según el delegado de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), Bruno Commoli, una posible alternativa podría ser una “cesión de derechos de usufructo” del inmueble. Actualmente, la oficina cuenta con cuatro empleados: tres mujeres encargadas de la atención al público y un hombre que desempeña funciones administrativas. A pesar de los cambios que se avecinan, Recursos Humanos aún no ha comunicado cómo serán reubicados los trabajadores a partir del 1 de abril.

Por otro lado, el cierre de la oficina de Neuquén había sido anticipado el año pasado, aunque finalmente fue desmentido en su momento. Esta vez, sin embargo, la decisión parece irreversible. La oficina se encuentra en pleno centro de la capital neuquina, sobre la calle Santa Fe al 52, y hasta el momento no se ha recibido información oficial de la aerolínea al respecto.

El ajuste en la estructura de Aerolíneas Argentinas forma parte de un plan de recorte de la empresa, aunque no está claro cómo afectará el servicio a los pasajeros en estas localidades. A medida que la compañía reduzca su presencia física en estas ciudades, la atención al público se concentrará únicamente en los aeropuertos, lo que podría generar inconvenientes a quienes necesiten gestionar trámites de forma presencial.