Tras el rebote de la inflación en junio, especialistas confirmaron que en julio los precios volvieron a bajar. Mientras tanto, se conoció el primer relevamiento de inflación de alimentos.
El miércoles que viene, el Indec dará a conocer la inflación de julio, y se espera que sea inferior que la de junio, volviendo así su sendero a la baja. En este marco, la consultora LCG dio a conocer un informe sobre la tendencia de aumentos en alimentos y bebidas durante la primeros días de agosto. Cabe destacar que este rubro es uno de los que más incidencia tiene en la cifra final del índice de Precios al Consumidor (IPC).
En el reporte se detalla que la inflación de alimentos se aceleró 0,8 puntos porcentuales respecto a la semana anterior y cerró la 1° semana de agosto con una suba de 1,3%. De esta manera, el incremento promedia 2,8% en las últimas 4 semanas, pero de punta contra punta se aceleró a 2,6% marcando un piso a la baja promedio.
La suba de Lácteos, Bebidas y Panificados por encima del promedio, explican 90% de la variación semanal. Mientras que, la baja en verduras tiene efecto compensador.
Por otra parte, hubo un fuerte incremento en la proporción de productos con aumentos, que representó una escalada de 6 puntos porcentuales, en el 30% de la canasta relevada.
Las variaciones de precios presentaron mayor dispersión respecto a la semana previa. En esta línea, hubo una amplia dispersión entre categorías: Verduras y lácteos duplicaron la inflación promedio, Carnes con aumentos menores, Bebidas con subas equivalente a la mitad del promedio.
En total, Carnes y Lácteos explican más del 50% de la inflación mensual de alimentos.
Alimentos al cierre de julio
Por su parte, el reporte la consultora Analytica que se conoció esta semana, reveló que durante la quinta semana de julio se registró una variación del 0,7% en los precios de alimentos y bebidas. Así la inflación acumulada en las cinco semanas de julio fue de 5,1%; y el promedio de las últimas cuatro semanas, de 4%.
Las categorías con mayor aumento en el promedio de las últimas cuatro semanas son: verduras (+14,9%), otros alimentos (+5,1%) que incluye snacks, salsas y sopas concentradas y lácteos (+3,8%). Por otro lado, las menores subas registradas fueron en los pescados y mariscos (+0,6%) y las aguas, gaseosas y jugos (+0,3%).
Para el nivel general de precios proyectaron una suba mensual del 4,1% durante julio.
Inflación de julio
El ministro de Economía, Luis Caputo, afirmó que la inflación de julio será la más baja del año hasta el momento, luego de que el Indec registrara un 4,6% en junio. Cabe destacar que el IPC de julio en la Ciudad de Buenos Aires fue del 5,1%; lo que no es el mejor augurio para el Gobierno nacional. Si bien las canastas con la que mide la Dirección de Estadística porteña y el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) son distintas, las conclusiones que pueden sacarse dejan algunos interrogantes.
“Suponiendo mismas variaciones en bienes y servicios, en base a la ponderación de INDEC, la inflación de GBA sería de 4,6%”, estimó el economista Salvador Vitelli.
Dada la metodología aplicada, la variación de precios en el Gran Buenos Aires sería mucho parecida a la que se produjo en el interior del país. Cabe apuntar que existe una dispersión muy grande en los cálculos de inflación de julio
Por su parte, los especialistas esperan que, a nivel nacional, se logre romper con el piso del 4% o se esté muy cerca de ello. La consultora EcoGO pronosticó que la inflación volverá a ceder luego de acelerarse en junio por la incidencia de los regulados. La cifra que estima es un aumento del 4,1% y la expectativa es que se volverá a retomar un sendero descendente.
"Después de un junio donde la actualización de tarifas contribuyó a acelerar la nominalidad la inflación, en julio la prioridad volvió a ser la inflación, dejándose de lado la actualización de tarifas y aumentando el impuesto a los combustibles en una cuantía inferior a la estipulada en un primer momento", se indica en el reporte al que tuvo acceso MDZ.
Allí, también se detalló que "la caída en la demanda y la actividad continúan manteniendo la inflación núcleo a la baja, que se ve afectada por el descenso del consumo a pesar de que tímidamente los salarios le ganan a la inflación y se recuperan en el margen".
El IPC de la Fundación Libertad y Progreso (LyP) arrojó un aumento del 3,8% en julio, lo que implicó una desaceleración de 0,8 puntos porcentuales respecto a la medición oficial de junio, que había sido del 4,6%. De esta manera, en la primera mitad del año la inflación acumulada es de 86,7%, y la variación interanual alcanza el 262,8%, marcando la tercera desaceleración consecutiva.
Esta desaceleración se explica "por la ausencia de grandes incrementos sobre los precios regulados, lo cual se tradujo en un índice más cercano a la inflación núcleo, que estuvo en torno al 3,5%".
Aldo Abram, director de LyP, señala que “la tendencia a la desaceleración de la inflación es clara y, en la medida que se siga revirtiendo la depreciación de la moneda gestada en mayo y junio, podemos ver algunos meses que empiecen con 2%. Eso va a depender de cómo y cuándo se vayan corrigiendo los atrasos de los precios regulados y las tarifas de servicios públicos”.
Y agregó que, "también puede haber algunos impactos en el sentido contrario, profundizando la merma. Por ejemplo, cuando se reduzca el Impuesto País, que podría deparar la sorpresa de algún mes que empiece con 1%”.
El relevamiento de precios minoristas de C&T para la región GBA presentó un incremento mensual de 4,4% en julio, por debajo del 4,9% de dicho relevamiento para junio. La inflación núcleo fue de 2,7% mensual, apenas superior al 2,6% de junio.
Cabe destacar que, si bien esta medición es específica del Gran Buenos Aires, hay que tener en cuenta que el peso de esta región en el total del IPC es casi la mitad. Por lo que una alta inflación en GBA, impactaría directamente en la general. La brecha entre ambas mediciones refleja una fuerte incidencia de los componentes estacionales en la medición total.
Según C&T, así fue el aumento en otros rubros:
Componentes relacionados con el turismo fueron de los de mayor suba por efecto del pico habitual que muestran en julio debido a las vacaciones de invierno.
Bienes y servicios varios fue el segundo rubro de mayor incremento debido al aumento de los cigarrillos principalmente.
Salud y educación crecieron en torno al promedio.
Vivienda subió en torno al 3%, perdiendo impulso luego del alza que había tenido lugar en junio por los ajustes en electricidad y gas.
Indumentaria cayó por las liquidaciones de invierno.