Invasión de mosquitos
Cómo diferenciar la picadura de dengue de la de encefalitis equina
Se trata de dos infecciones virales que presentan brotes epidémicos en Argentina. Cuáles son las diferencias entre los vectores de ambas enfermedades.
En varias zonas de Argentina se registró en las últimas semanas una importante invasión de mosquitos, lo que provocó brotes epidémicos de dos enfermedades transmitidas por estos insectos que pueden afectar a los seres humanos: el Dengue y la encefalitis o Encefaliomelitis Equina. En ambos casos, si bien las picaduras pueden ser similares, existen ciertas diferencias en cuanto a los vectores.
En el caso del dengue, el vector es el mosquito Aedes Aegypti. Este tipo de insecto se reproduce en el hogar, generalmente en agua estancada en distintos recipientes.
Al tratarse de una especie más “doméstica” y en contacto permanente con los seres humanos, los mosquitos Aedes Aegypti desarrollaron un comportamiento más sigiloso y provocan una picadura con menor potencia.
Por el contrario, se considera que el mosquito que transmite la Encefaliomelitis Equina es el Aedes Albifasciatus. Se trata de un insecto de cuerpo marrón uniforme, cuyo hábitat son las grandes extensiones de espacios verdes y proliferan en contextos de inundaciones.
Al ser una especie silvestre, el mosquito que transmite la Encefaliomelitis Equina tuvo que adaptarse en función a sus principales fuentes de alimentación: los mamíferos y aves con pieles duras. Por eso, este tipo de insecto tiene una picadura que puede incluso atravesar la ropa.
Estas diferencias permiten distinguir ambas picaduras: la marca que deja el mosquito que transmite el dengue (Aedes Aegypti) suele ser más pequeña y menos roja; por su parte, el mosquito Aedes albifasciatus tiende a dejar una picadura que genera una roncha más grande y rojiza.
Cómo prevenir el dengue
• Eliminar todos los recipientes en desuso que puedan acumular agua (como latas, botellas, neumáticos).
• Dar vuelta los objetos que se encuentran en el exterior y pueden acumular agua cuando llueve (baldes, palanganas, tambores, botellas).
• Cambiar el agua de bebederos de animales, colectores de desagües de aire acondicionado o lluvia, dentro y fuera de la casa, cada 3 días. Recordá frotar las paredes de los recipientes con una esponja o cepillo a fin de desprender los huevos del mosquito que puedan estar adheridos.
• Rellenar los floreros y portamacetas con arena húmeda.
• Mantener los patios y jardines limpios, ordenados y desmalezados.
• Limpiar canaletas y desagües de lluvia de los techos.
• Tapar los tanques y recipientes que se usan para recolectar agua.
• Verter agua hirviendo en las rejillas y colocándoles tela mosquitera.
Cómo prevenir picaduras de mosquitos
• Usar siempre repelentes, siguiendo cuidadosamente las recomendaciones del envase.
• Utilizar ropa clara que cubra los brazos y las piernas, especialmente durante las actividades al aire libre.
• Colocar mosquiteros en puertas y ventanas, y cuando sea posible usar ventiladores o aire acondicionado en las habitaciones.
• Proteger cunas y cochecitos de bebés con telas mosquiteras.
• Utilizar repelentes ambientales como tabletas y espirales.
Cómo prevenir la Encefaliomelitis Equina
• El control de mosquitos. Es fundamental para evitar la diseminación de la enfermedad y el contagio a los equinos y las personas. Tener en cuenta la aplicación a los animales y en el ambiente, de productos autorizados por el Senasa.
• La vacunación de los equinos contra esta enfermedad. Para ello el Senasa está coordinando con las cámaras de Productos Veterinarios de forma tal de tener disponibilidad y distribución de la mayor cantidad de vacunas en el menor tiempo posible.
• Notificar inmediatamente al Senasa ante la presencia de signos nerviosos en equinos.
• Disminuir al mínimo posible los movimientos de equinos.
• Evitar las concentraciones o eventos que impliquen concentración de equinos.
• Completar el calendario de vacunación de los equinos.
• Se convoca a los actores de la producción y la sanidad equina a fortalecer y profundizar la revisión clínica periódica de los equinos, extremar las medidas de bioseguridad, evitar el movimiento de animales y personas entre caballerizas y establecimientos y aplicar medidas de higiene y desinfección, atendiendo a los artrópodos como posibles vectores de la enfermedad.